EL DERECHO A LA INFORMACIÓN
Y A LA LIBERTAD DE PRENSA EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
Por:
Chary Milena Flórez V.
La
información es todo un arte. Cómo captar. Cómo descartar. Porque hay en la
noticia, en el rumor, en todas esas cosas una acción sobre la que ha de
decidir. Es necesario aislar lo que no conviene y hacer llegar solamente lo que
conviene que llegue, porque de lo contrario se está induciendo al error y a la
falsa apreciación.
Juan Domingo Perón
La
industria del narcotráfico, el conflicto
armado, los escándalos de la parapolítica, unos medios de comunicación, que en
su mayoría, son dominados por poderosos grupos económicos en busca de intereses
políticos y una evidente corrupción, son sólo algunas de las problemáticas del
país que generan inestabilidad política-
social y que de alguna u otra manera, han
impedido que en Colombia, se obtenga una auténtica labor periodística que
proteja y respete los derechos de los ciudadanos en todas sus dimensiones.
Según
La Constitución Política Nacional Colombiana de 1991, se debe convivir en un ambiente libre, en sociedad
verdaderamente democrática basada en principios fundamentales como “pluralismo de opiniones y biodiversidad
humana política con libertades de expresión e información”[1];
éstas dos condiciones, deben prevalecer, subsistir y bajo ninguna circunstancia
deben ser vulneradas, además de reconocer y proteger el pluralismo informativo
en Colombia como uno de los principios básicos de éste Estado democrático.
De
ahí, parte el buen ejercicio periodístico de informar con absoluta veracidad,
respeto y equilibrio, es decir con un contenido objetivo que le brinde al
televidente, lector y oyente las herramientas necesarias para que ellos sean
los encargados de emitir su propia opinión.
Conviene
señalar por ello la necesidad de que los medios proporcionen elementos que
analicen la problemática nacional desde todos los ángulos y miradas , siempre
con una buena dosis de responsabilidad social, pues de no serlo, también se
estaría faltando a la ética de su profesión, “la responsabilidad social es la condición de nuestra libertad y de la
realización de los periodistas como profesionales”.[2]; es decir en un país democrático como el
nuestro, los medios de comunicación deben ejercer sin ningún tipo de censura y
con plena libertad de expresión, hechos de cualquier índole, a una sociedad con
derecho a estar bien informada.
Como
si fuera poco, toda la información
transmitida, debe fundamentarse en un
concepto democrático que le permita a los poderes públicos crear
condiciones aptas y necesarias para el incremento de la diversidad de
opiniones, para que cada ciudadano sea un actor activo en la construcción de la realidad nacional; para
que ese individuo obtenga un beneficio
participativo siendo miembro de una
colectividad, “los medios de comunicación funcionan como instrumento al servicio de
la participación política y del pluralismo en una sociedad democrática”[3].
Desde
luego, es sabido que los medios deben
mostrar los hechos y no opinar, es más, las reacciones e interpretaciones sobre
cualquier situación recaen sobre el receptor, sólo se le proporcionan elementos
suficientes para que él se encargue de sacar sus propias conclusiones, en otros
términos es “darle al lector un discurso
con elementos que le digan ¿qué pasó?,
¿por qué razón?, que le permitan entender que significa el hecho para el país,
para su grupo, para su clase social, a quienes beneficia y en qué sentido”[4],
es importante, ya que el análisis hace parte de las múltiples funciones que
deben desempeñar los medios, mas no se
trata de saturar al receptor con excesivas
cantidades de información, pues se perdería el verdadero sentido
analítico.
Es
apropiado agregar entonces, lo importante que es comprender los deberes y las
funciones propias del periodismo, es oportuno hacer énfasis específicamente, en su tarea de informar
sobre asuntos públicos que afectan a la comunidad, ver
que es un espacio importante, que
los medios ofrecen en la formación de la opinión pública; como si fuera poco, el simple hecho de informar, posibilita al público la
formación de una opinión acorde a unos ideales y convicciones y se le daría la oportunidad de elevar el conocimiento en cada uno de los ciudadanos,
para generar en ellos un sentido de pensamiento mucho más sólido,
crítico y razonable.
Es
cierto que los medios de comunicación influyen de manera decisiva en la
determinación de problemas, en la percepción y elaboración de las necesidades
colectivas, en un nivel de formación y conocimiento de los ciudadanos sobre los
asuntos públicos, pero es necesario aclarar que , los medios no pueden limitarse solamente a informar, están en
ellos el deber de educar, de mediar, de
formar y de contextualizar, siempre teniendo presente la responsabilidad social
orientada por supuesto al compromiso con los ideales democráticos, para adquirir un sentido de libertad, donde no
prevalezcan intereses personales, sino colectivos y sobre todo donde se refleje
el interés común, pues para la opinión
pública, los medios son un mecanismo para obtener información que pueda servir
a toda una sociedad y que permita la socialización y la participación.
Como
ya se indicó, los medios, son parte del
sistema político en Colombia, por tal razón, éstos ” proporcionan legitimidad a las instituciones políticas y a las
acciones de los líderes políticos”[5],
lo que significa, que poseen una función democrática innegable, y un estrecho
vínculo con las dimensiones políticas, así como lo expresa Diego Valadés[6]:
“todo proceso democrático es un proceso
comunicativo”, luego, toda información es la base de cualquier proceso
democrático, por consiguiente, los
medios pueden transformar actitudes políticas en momentos o situaciones de
tensión, en efecto, conduce a reafirmar la importancia de los medios en la
información y la realidad política nacional, realidad que tiene que ser
proyectada y abordada de la manera más correcta, sin ser distorsionada ni mucho
menos construida, porque los medios motivan, incitan a la participación.
Habría
que decir también, que sin la función de responsabilidad social y la práctica
del oficio de los medios de
comunicación, se permitiría el exceso de atropellos, abusos que aquellos que
ejercen el poder, el gobierno, las élites utilizarían todas las herramientas a
beneficio e intereses propios, no se denunciarían pertinentemente
irregularidades cometidas, entonces nuestros alcances como ciudadanos estaría
fácilmente limitados y se perdería por completo, el compromiso de los medios
por controlar y vigilar este tipo de barbaridades y en especial con la realidad
social de nuestro país “sin libertad de
prensa, no hay una libre formación de la opinión pública y se ciega un
instrumento clave de control social de los poderes públicos”[7].
[1] Tomado de: Constitución
Nacional Colombiana de 1991, principios fundamentales
[2] María Teresa Herrán,
Tutela, periodismo y medios de comunicación, FESCOL, Bogotá, 1993, p.
[3] Herrán, op. Cit., pp. 63
[4] John Kane, La democracia y
los medios de comunicación, en Revista Internacional de Ciencias Sociales,
1991, Nº. 129, septiembre, pp 549.
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