jueves, 8 de noviembre de 2012


EL DERECHO A LA INFORMACIÓN Y A LA LIBERTAD DE PRENSA EN UNA SOCIEDAD DEMOCRÁTICA
Por: Chary Milena Flórez V.
La información es todo un arte. Cómo captar. Cómo descartar. Porque hay en la noticia, en el rumor, en todas esas cosas una acción sobre la que ha de decidir. Es necesario aislar lo que no conviene y hacer llegar solamente lo que conviene que llegue, porque de lo contrario se está induciendo al error y a la falsa apreciación.
Juan Domingo Perón
La industria del  narcotráfico, el conflicto armado, los escándalos de la parapolítica, unos medios de comunicación, que en su mayoría, son dominados por poderosos grupos económicos en busca de intereses políticos y una evidente corrupción, son sólo algunas de las problemáticas del país que  generan inestabilidad política- social  y que de alguna u otra manera, han impedido que en Colombia, se obtenga una auténtica labor periodística que proteja y respete los derechos de los ciudadanos en todas sus dimensiones.
Según La Constitución Política Nacional Colombiana de 1991, se debe  convivir en un ambiente libre, en sociedad verdaderamente democrática basada en principios fundamentales como “pluralismo de opiniones y biodiversidad humana política con libertades de expresión e información”[1]; éstas dos condiciones, deben prevalecer, subsistir y bajo ninguna circunstancia deben ser vulneradas, además de reconocer y proteger el pluralismo informativo en Colombia como uno de los principios básicos de éste Estado democrático.

De ahí, parte el buen ejercicio periodístico de informar con absoluta veracidad, respeto y equilibrio, es decir con un contenido objetivo que le brinde al televidente, lector y oyente las herramientas necesarias para que ellos sean los encargados de emitir su propia opinión.
Conviene señalar por ello la necesidad de que los medios proporcionen elementos que analicen la problemática nacional desde todos los ángulos y miradas , siempre con una buena dosis de responsabilidad social, pues de no serlo, también se estaría faltando a la ética de su profesión, “la responsabilidad  social  es la condición de nuestra libertad y de la realización de los periodistas como profesionales”.[2]; es decir en un país democrático como el nuestro, los medios de comunicación deben ejercer sin ningún tipo de censura y con plena libertad de expresión, hechos de cualquier índole, a una sociedad con derecho a estar bien informada.
Como si fuera poco, toda la  información transmitida, debe fundamentarse en un  concepto democrático que le permita a los poderes públicos crear condiciones aptas y necesarias para el incremento de la diversidad de opiniones, para que cada ciudadano sea un actor activo en  la construcción de la realidad nacional; para que  ese individuo obtenga un beneficio participativo siendo miembro  de una colectividad,  “los medios de comunicación funcionan como instrumento al servicio de la participación política y del pluralismo en una sociedad democrática”[3].
Desde luego, es sabido que  los medios deben mostrar los hechos y no opinar, es más, las reacciones e interpretaciones sobre cualquier situación recaen sobre el receptor, sólo se le proporcionan elementos suficientes para que él se encargue de sacar sus propias conclusiones, en otros términos es “darle al lector un discurso con elementos  que le digan ¿qué pasó?, ¿por qué razón?, que le permitan entender que significa el hecho para el país, para su grupo, para su clase social, a quienes beneficia y en qué sentido”[4], es importante, ya que el análisis hace parte de las múltiples funciones que deben desempeñar los medios, mas  no se trata de saturar al receptor con excesivas  cantidades de información, pues se perdería el verdadero sentido analítico.
Es apropiado agregar entonces, lo importante que es comprender los deberes y las funciones propias  del periodismo,  es oportuno hacer énfasis  específicamente, en su tarea de informar sobre asuntos públicos que afectan a la comunidad,  ver  que es un espacio importante,  que los medios ofrecen en la formación de la opinión pública;  como si fuera poco, el simple  hecho de informar, posibilita al público la formación de una opinión acorde a unos ideales y convicciones y se le  daría la oportunidad de elevar el  conocimiento en cada uno de los ciudadanos, para generar en ellos un sentido de pensamiento mucho  más sólido,  crítico y razonable.
Es cierto que los medios de comunicación influyen de manera decisiva en la determinación de problemas, en la percepción y elaboración de las necesidades colectivas, en un nivel de formación y conocimiento de los ciudadanos sobre los asuntos públicos, pero es necesario aclarar que , los medios no pueden  limitarse solamente a informar, están en ellos el  deber de educar, de mediar, de formar y de contextualizar, siempre teniendo presente la responsabilidad social orientada por supuesto al compromiso con los ideales democráticos, para  adquirir un sentido de libertad, donde no prevalezcan intereses personales, sino colectivos y sobre todo donde se refleje  el interés común, pues para la opinión pública, los medios son un mecanismo para obtener información que pueda servir a toda una sociedad y que permita la socialización y la participación.

Como ya se indicó,  los medios, son parte del sistema político en Colombia, por tal razón, éstos ” proporcionan legitimidad a las instituciones políticas y a las acciones de los líderes políticos”[5], lo que significa, que poseen una función democrática innegable, y un estrecho vínculo con las dimensiones políticas, así como lo expresa Diego Valadés[6]: “todo proceso democrático es un proceso comunicativo”, luego, toda información es la base de cualquier proceso democrático, por consiguiente,  los medios pueden transformar actitudes políticas en momentos o situaciones de tensión, en efecto, conduce a reafirmar la importancia de los medios en la información y la realidad política nacional, realidad que tiene que ser proyectada y abordada de la manera más correcta, sin ser distorsionada ni mucho menos construida, porque los medios motivan, incitan a la participación.

Habría que decir también, que sin la función de responsabilidad social y la práctica del oficio de  los medios de comunicación, se permitiría el exceso de atropellos, abusos que aquellos que ejercen el poder, el gobierno, las élites utilizarían todas las herramientas a beneficio e intereses propios, no se denunciarían pertinentemente irregularidades cometidas, entonces nuestros alcances como ciudadanos estaría fácilmente limitados y se perdería por completo, el compromiso de los medios por controlar y vigilar este tipo de barbaridades y en especial con la realidad social de nuestro país “sin libertad de prensa, no hay una libre formación de la opinión pública y se ciega un instrumento clave de control social de los poderes públicos”[7].

[1] Tomado de: Constitución Nacional Colombiana de 1991, principios fundamentales
[2] María Teresa Herrán, Tutela, periodismo y medios de comunicación, FESCOL, Bogotá, 1993, p.
[3] Herrán, op. Cit., pp. 63
[4] John Kane, La democracia y los medios de comunicación, en Revista Internacional de Ciencias Sociales, 1991, Nº. 129, septiembre, pp 549.
[5] Joaquín Tornos, Democracia y medios de comunicación, TIRANT LO BLANCH, Valencia, 2002, p. 104
[6] Abogado y político mexicano, licenciado en derecho de la Universidad Classica de Lisboa
[7] Tornos, opus cit. pp. 119

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