jueves, 21 de mayo de 2015

La deontología periodística en la web 2.0

Por: Juan José Moreno Correa
Es innegable que los tiempos han cambiado drásticamente con el aporte de los instrumentos tecnológicos. Hoy en día, hacen parte del diario  vivir de la sociedad. Hace algunos años, Ernesto Sábato publicó un ensayo en donde manifestaba su preocupación por  el cambio repentino de las actividades físicas cotidianas de los seres humanos por las relaciones abstractas y de poco valor que eran impulsadas por las tecnologías.[1]  Al parecer, las palabras del escritor argentino no son equivocadas, la invasión digital ha penetrado a nivel global todas las esferas sociales del mundo.
Este postulado válido hace evidenciar que la Web 2.0 se ha convertido en el medio en donde la información se obtiene de forma más rápida e interactiva para los lectores. Esto conlleva a un nuevo replanteamiento en cuanto al cubrimiento noticioso por parte de los profesionales en el periodismo con el fin de brindar una información eficiente, apropiada y llamativa, pero que a la misma vez sea llamativa para los cibernautas.
Es una realidad que una de las actividades más realizadas en Internet es la búsqueda de la información, pero ante la ilimitada demanda de contenido expuesto por distintos medios digitales o por las publicaciones hechas por gestores de información -que en varias ocasiones puede resultar falsa- la audiencia se vuelve más fragmentada y es ahí en dónde nace el reto de cómo realizar y regular un cubrimiento adecuado de la información.
En ese orden de ideas, las plataformas digitales con sus innumerables contenidos exigen una regulación más adecuada por parte de los entes gubernamentales, en este caso el Ministerio de las TIC. Esto es debido a que en diversos medios periodísticos se observa un mal cubrimiento de la información, llegando a publicar imágenes sensacionalistas, ausencia de contrastación de fuentes e inclusive testimonios falsos. Gerardo Albarrán de Alba expresa que “Internet abre fuentes de información heterodoxas, introduce complejidades vinculadas a la velocidad de transmisión y reciclaje de la información e incluso presenta retos inéditos en las decisiones editoriales; todas estas variables requieren afinar los mecanismos de autorregulación”.
De esta forma, es importante que el Ministerio de las TIC adopte un seguimiento minucioso y analítico de las publicaciones de los medios de comunicación en Colombia con el fin de establecer cuáles son los errores y los aciertos que hacen las casas periodísticas.
No obstante, hay que reflexionar que los periodistas están sujetos a la ideología de la empresa por la cual trabaja, dejando por debajo los principios éticos plasmados en el Código de Ética del Círculo de Periodistas de Bogotá. Ante esta situación Guy Riboreau manifiesta que “cada vez más medios de comunicación son controlados de manera directa o indirecta por grandes grupos empresariales”[2] entre los cuales su finalidad es la de vender a toda cuesta, subir el número de lectores y suscriptores y dejando la finalidad primordial del periodismo la cuál es el interés común. Por su parte, Manuel Castells afirma que “La revolución de la tecnología de la información ha sido útil para llevar a cabo un proceso fundamental de reestructuración del sistema capitalista”[3]
Desde el impacto de la web 2.0 como espacio esencial para publicar, el trabajo del periodista se ha involucrado en la lógica de la rapidez en el tratamiento, y a la vez, en la producción de las noticias, debido a la alta competencia de medios informativos, generado de tal forma el esquivo de algunos componentes esenciales a la hora de difundir un hecho. Riboreau acota “además del impacto de la tecnología sobre el trabajo del periodista, el contexto de producción y tratamiento de las noticias hace que la lógica empresarial y la competencia entre los medios haya cambiado completamente la relación entre los periodistas y su entorno profesional”.
Esto conlleva a una reflexión tanto para las casas periodísticas como para los mismos reporteros en cuanto a su vocación y es la del abordaje apropiado durante la difusión noticia. Es ahí en dónde entra en juego la educación en las instituciones académicas sobre cuál es la mejor forma de informar y de recibir información en los medios de comunicación. Es supremamente importante abordar los códigos de ética, las consecuencias del sensacionalismo en las publicaciones, los criterios de noticiabilidad, la selección de temáticas que estén vinculadas con el interés general, etc.
Esto no solo va para los mismos profesionales del periodismo sino también para todos los estudiantes que serán gestores de información. Esto con el fin de que posean un mayor conocimiento e interpretación en cuanto a la calidad de los contenidos en la web 2.0.
Marc Prensky en su libro Nativos e Inmigrantes Digitales afirma que “los universitarios de hoy constituyen la primera generación formada en los nuevos avances tecnológicos, a los que se han acostumbrado por inmersión al encontrarse rodeados de ordenadores”. Por tal motivo su plataforma por excelencia son los medios digitales en donde bucarán la información o la actividad de la cuál quieren adquirir y esto es debido al interfaz que brindan estos aparatos, su instantaneidad y la misma personalización y privacidad.
Esto hace reformular las estrategias de aprendizaje por parte de los docentes hacia los estudiantes sobre cuál es la mejor manera de manejar la información, sus ventajas y desventajas, causas y consecuencias Pero lo más primordial el conocimiento de generar y recibir calidad de información y de la reciente reglamentación de los delitos informáticos que hoy en día son muy comunes.
En definitiva, el profesional del peridismo en cuanto a su trabajo en la Web 2.0 debe arraigarse en una selección minuciosa, un abordaje profundizado y una difusión ética en el cual no se transmitan imágenes indignantes y un contenido mediocre para las audiencias.
El reportero involucrado en el mundo tecnológico y a pesar de estar regido por una ideología, debe de encontrar un equilibrio entre esas normas impuestas por la casa periodística y los mismos códigos éticos que ha desarrollado durante su proceso de formación en la academia.
Si bien el contexto de difusión de noticias en la actualidad es más rápido y competitivo gracias a la tecnología, este abordaje debe conservar los mismos parámetros al de los años anteriores. Riboreau asevera que “la globalización de los intercambios de información, gracias al avance tecnológico, plantea nuevos problemas en cuanto al tratamiento en la actualidad. Es a los periodistas de manera individual y colectiva a quienes corresponde resolverlo.”[4]
De tal forma, es importante el aporte de las academias en cuanto a la responsabilidad y la ética de los periodistas en el proceso de la transmisión de la información, así como los mismos gestores de opinión, para forjar una mejor calidad en los contenidos digitales hacia los cibernautas. Asimismo la debida regulación y seguimiento por parte del Ministerio de las TIC hacia los medios de comunicación digitales, aportará un mejor control en el abordaje periodístico.

[1] SÁBATO, Ernesto. La Resistencia. Buenos Aires: Grupo Planeta Argentina/ Seix Barral. 2000.
[2] RIBOREAU, Guy. La Deontología Periodística frente a los cambios técnicos y la globalización. Encontrado en la página web http://www.saladeprensa.org/art409.htm
[3] CASTELLS, Manuel. La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. 1 México siglo XXI 1996
[4] RIBOREAU, Guy. La Deontología Periodística frente a los cambios técnicos y la globalización. Encontrado en la página web http://www.saladeprensa.org/art409.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario