viernes, 18 de mayo de 2012

LA INFANCIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Por: Laura Cristina Cañizares Quintero
Los medios de comunicación son en la actualidad una herramienta importante para el desarrollo de las sociedades, sus contenidos ejercen cierta influencia en los comportamientos de las personas y viceversa, ya que la cultura también se ve reflejada en los espacios televisivos, radiales, en la prensa.  El desarrollo tecnológico ha traído rápidamente instrumentos y canales de comunicación de más fácil acceso y en algunos casos de menor costo.
Debido a esto, cada país debe implantar normas que ayuden a regular los contenidos de los medios, pues estos pueden llegar  a los adultos y a los niños con igual facilidad. En Colombia existen diferentes organizaciones del Estado y no gubernamentales que se encargan de vigilar, controlar y sancionar los contenidos inapropiados en los medios de comunicación, sobre todo para la niñez.
La primera normatividad a citar es el Código del Menor, ya que este presenta en el artículo 25 el control sobre los medios de comunicación, los cuales deben respetar el ámbito personal, familiar y todas las circunstancias privadas del menor. A su vez, el artículo prohíbe las publicaciones, entrevistas, imágenes o informes de los menores si atentan contra lo ya nombrado.
En la televisión se encuentra la Autoridad Nacional de Televisión, esta entidad controla los contenidos por medio del artículo 11 de la ley 1507 de 2012. Allí se le atribuye a la ANTV la responsabilidad de controlar el “cumplimiento de las normas relacionadas con los contenidos de televisión”[1].
También existe el Decreto 1594 de 2004, donde se establecen las medidas técnicas y administrativas que buscan evitar el acceso de los menores a la información pornográfica en Internet o ser parte del contenido. El artículo 4 expone claramente las prohibiciones, como contener en los sitios web “imágenes, textos o archivos audiovisuales que impliquen directa o indirectamente actividades sexuales con menores de edad”. Aquí la responsabilidad no solo es de quien produce el contenido, sino también de quien lo comparte o es usuario de este tipo de páginas web.    
Para casos en el ámbito virtual, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en sociedad con otras entidades como el ICBF y empresas privadas, creo la pagina web www.teprotejo.org, la cual es el canal de denuncia virtual para informar sobre “contenidos ilegales y/o que ponen en riesgo a los menores de 18 años”. Irregularidades como la pornografía, el abuso y la explotación sexual en internet de los niños y jóvenes.
Se puede notar que existe regulación para proteger la integridad de los niños y jóvenes que son parte o hacen uso de los medios de comunicación. Sin embargo, vemos diariamente en los canales de televisión, en las páginas web, en la radio, contenidos inapropiados o en horarios inadecuados.
Por ejemplo, las emisoras juveniles. Donde en horarios matutinos o de amplia audiencia presentan vocabulario ofensivo o el uso de palabras  irrespetuosas en las cortinillas o efectos de sonidos propios. Este tipo de situaciones, llevan a la organización de los sectores sociales, como lo que ocurre con Papaz, la red de padres y madres, que se moviliza a favor de la educación y de la formación de los menores en diferentes aspectos.
Entre sus acciones promueven la Movilización por contenidos responsables para los niños, niñas y adolescentes en las emisoras juveniles, de la cual se puede participar inscribiéndose a la manifestación, a través de su portal web donde se encuentra la carta dirigida a las diferentes entidades y empresas involucradas, en la cual se exponen las leyes que exigen cumplimiento o mayor cuidado.
El caso anterior  demuestra que hay interesados en la relación entre los medios y la infancia. Sin embargo, no se puede olvidar que existe un personaje extra en esta relación. El ombudsman, o defensor del receptor, quien según Flavia Pawels debe ser imparcial, para así poder recibir e investigar las quejas y dar aportes significativos para mejorar o solucionar dificultades en los contenidos de los medios.
No obstante, este personaje no es muy notorio en la programación, ya que en algunos canales de televisión o emisoras, no se les da un espacio en horarios de mayor recepción, por el contrario, los programan cuando no pueden ser vistos o escuchados por un número significativo de receptores. Quizás en la prensa o en internet se hace más fácil y rápida la retroalimentación con el defensor.
Los medios de comunicación deben hacer un uso responsable de su espacio, como lo exige la red Papaz en el caso de las emisoras, al pedir que “se haga un serio compromiso de autorregulación en el que se privilegie a la audiencia infantil y adolescente”. A su vez el Código de Ética del Círculo de Periodistas de Bogotá, manifiesta que la empresa periodística y los periodistas deben tener autocrítica, autorregulación y promover soluciones. Lo que implica, por supuesto, ser cuidadosos en los contenidos y horarios, y hacer uso de la imparcialidad de un defensor, para así dar mayor credibilidad y soluciones objetivas a favor del bien común.
Aunque existe gran responsabilidad de parte de los medios de comunicación y de los organismos reguladores, también hay un porcentaje a cargo de los familiares y docentes de los niños y jóvenes. Ellos también deben controlar y vigilar el tipo de medios que consumen los menores, para así dar un acompañamiento o guía. Y además son los responsables de denunciar, quejarse o hacer cualquier tipo de sugerencia a los medios, cuando estos no cumplen con la normatividad que los rige.
Por lo anterior es de vital importancia que los receptores, tanto adultos como niños, conozcan lo que está y no está dentro de la ley. También deben conocer sobre las entidades, herramientas y procesos para denunciar cualquier irregularidad contra la infancia y adolescencia en los medios de comunicación.  Los principales entes encargados son el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Además los canales telefónicos o virtuales que tiene cada medio de comunicación para recibir los comentarios de los consumidores.
Entonces, existen los canales, las leyes y los actores, lo que hace suponer que solo hacen falta acciones organizadas, como la red Papaz, para expresar la inconformidad con los contenidos de los medios de comunicación que atentan contra la integridad de los niños y jóvenes. Conjuntamente con la gestión del gobierno, para dar a conocer todas las herramientas disponibles para hacer cumplir los derechos y las normas a favor de los niños y jóvenes.
REFERENCIAS
COMISIÓN NACIONAL DE TELEVISIÓN. Disponible en: http://www.cntv.org.co/
DECRETO  NÚMERO       1524                     DE    2002. Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Disponible en: http://enticconfio.gov.co//images/stories/normatividad/Decreto1524del24de%20juliode2004.pdf
EN TIC CONFÍO. Disponible en: http://www.enticconfio.gov.co/enticconfio.html
LEY 1507 DE 2012. Autoridad Nacional de Televisión. Disponible en:   http://www.antv.gov.co/Documentos/Ley_1507_2012.pdf
PAPAZ, RED DE PADRES Y MADRES. Disponible en: http://www.redpapaz.org/
PAUWELS, FLAVIA. La experiencia del primer defensor del oyente en una radio pública argentina. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art644.htm
TE PROTEJO. Disponible en: http://www.teprotejo.org/



[1] Disponible en: http://www.antv.gov.co/Documentos/Ley_1507_2012.pdf

Los códigos de ética son base de un buen periodismo


Por. Jennifer Argüello Vargas.

“Ser periodista, es tener la capacidad de cambiar algo todos los días”, con esta frase de Javier Darío Restrepo se empieza a escribir sobre un tema que genera preocupación, la ética periodística y la responsabilidad que los profesionales tienen en su campo de acción, esto implica recordar que para cambiar la realidad es necesario tomar conciencia del poder de incidencia que se tiene desde los medios de comunicación.
Lo anterior permite comprender que el ser ético es convertirse de algún modo en legislador de sí mismo, donde se asuma una profesión veedora del servicio social y por sobre todo del bien común, como lo afirma El código de la Comunidad Europea de Periodistas, toda acción periodística debe estar dirigida al bien espiritual, social, intelectual y moral de la comunidad.
Es claro que para ejercer el periodismo con profesionalismo es primordial el conocimiento de los códigos éticos, que estudiados desde la academia posibilitan su uso en función de dar al lector, espectador y radioescucha un contenido periodístico basado en la exactitud de los hechos, en la información veraz, suficiente y oportuna sin dejar de lado la buena fe del periodista.
De esta manera, es de cuestionarse si el periodista está preparado para asumir la responsabilidad de su profesión, conociendo que el medio en el que trabaja es muchas veces influenciado y manipulado por las grandes empresas comerciales, por ende, se hace necesario que exista una conciencia ética de quien aplica el código pues éste debe ejercer su capacidad de juicio para aplicarlos y adaptarlos a circunstancias particulares.
Frente a lo expuesto, no hay que olvidar el artículo décimo de la cláusula de conciencia, donde el periodista tiene la obligación moral de actuar de acuerdo a su conciencia y no puede ser sancionado por ello, en consecuencia las empresas periodísticas no podrán aplicar sanción o desmejoramiento laboral por el cumplimiento de este deber ético en el ejercicio profesional.

Así las cosas, los periodistas están llamados a trabajar bajo el principio de la veracidad, el respeto a la dignidad humana, la tolerancia, el pluralismo y sobre la base del interés público; con respecto a esto, hay que tomar como referencia el trabajo que realiza Manolo Azuero, joven santandereano que inspirado en una sociedad bumanguesa pasiva, indiferente y cómplice de la corrupción, decide opinar con argumentos y con evidencias sobre el trabajo sucio que hace más de una persona que ejerce cargos públicos y se atreve a denunciar instituciones que gastan el erario sin mesura y sin criterio así como desnuda a fundaciones de papel.
Este claro ejemplo refleja uno de los principios fundamentales de la ética del periodista, citado en el artículo, “El rol de los periodistas y su marco ético[1]”; donde se debe fiscalizar con independencia a los poderes del Estado, del mercado y de la sociedad civil; investigando, interpretando y opinando desde el interés público.
En este orden de ideas, es relevante hacer mención al deber de exigir y defender de manera proactiva por parte de los periodistas los derechos y deberes personales y colectivos, siendo necesario enfatizar en los niños, como actores sociales con derecho.
Por tanto, es apropiado abordar el rol que desempeña la infancia en los medios de comunicación, especialmente en la televisión, pues existen casos como el de Nohora Valentina Muñoz, niña de 10 años de edad víctima del secuestro y de los periodistas que se dedicaron más tiempo a explorar el morbo y menos a transmitir una información exacta y veraz en las pantallas.
No hay que ignorar que frente a esto, el código del menor hace mención en el artículo 25, a que los medios de comunicación social, respetarán el ámbito personal del menor, y por lo tanto, no podrán efectuar información que constituya injerencia arbitraría en la vida privada, la familia, el domicilio, las circunstancias personales del menor, ni podrán afectar su honra o reputación. Esto debe ser consecuente con la transmisión actual que los medios de comunicación dan a temas tan vulnerables como el de los niños. 

De esta forma, qué decretos o leyes reguladores existen para que de manera efectiva se controlen los contenidos e imágenes de la televisión; con respecto a esta pregunta, es preciso citar el acuerdo 2 de 2011, llamado “acuerdo de contenido”, que tiene como fundamento promover entre los canales de televisión un auto compromiso social y de respeto por las audiencias, de manera que el sentir y pensar de los espectadores también se considere importante, frente a los intereses comerciales inherentes a la televisión como sector productivo.
Lo expresado contribuye a que la Comisión Nacional de Televisión CNTV, incluya en el acuerdo 2 de 2011 una exigencia a que los concesionarios por medio de reglas explícitas en los “códigos de Autorregulación”, se comprometan con el televidente a que en sus contenidos haya clasificación de los contenidos como programa infantil, adolescente, familiar y de adulto; tratamiento de la información y de la opinión; separación entre opinión, información y publicidad; fortalecimiento de la defensoría del televidente; respeto por la parrilla de programación; presentación de programas, cumplimiento de horarios y ante todo respeto por el espectador.

Del mismo modo, según Jaime Andrés Estrada, director de la CNTV, para que se cumpla de manera efectiva el control sobre los contenidos e imágenes en la televisión, se hace necesario que todos los televidentes conozcan los códigos de autorregulación y evalúen las reglas que la misma industria impone para que se asuma una verdadera responsabilidad social y de la misma forma se promueva una actitud crítica frente a lo observado.
Teniendo en cuenta lo planteado, ofrecer como profesional una forma diferente de que los niños vean la televisión es el gran reto que se asume e implica apoyarse en  expertos como Omar Rincón[2] que con los 10 mandamientos para hacer televisión educativa, desarrolla una serie de ideas que pueden concebirse como piezas para ser producidas, una de ellas podría plantearse como escenario de diálogo intercultural, en las que se amplíen las posibilidades simbólicas de construcción de ciudadanía, democracia y sociedad civil donde el eje lo ocupe el papel tan significativo que juegan los niños, así mismo, hay posibilidades de abordar temáticas locales con narrativas globales, donde se incluyan a los niños como los protagonistas de su misma realidad y se brinden espacios para dar a conocer la ley que los ampara. Esto podría generar mayor atracción y asombro en la audiencia infantil.

Para terminar, cito a Huesmann y Miller[3], investigadores que sostiene que una parte considerable del comportamiento que los niños consideran apropiado en su vida ordinaria deriva de las lecciones aprendidas en los monitores o pantallas de televisión. Es entonces esta oportunidad la que debe estimular al periodista a contribuir para que los temas de legislación infantil adquieran una dinámica distinta apoyada desde luego en los medios de comunicación social.


[1] FAUNDES, Juan Jorge. El rol de los periodistas y su marco ético. En Línea. Sala de prensa. Web para profesionales de la Comunicación Iberoamericanos. Año VII, Vol. 3. Febrero 2006. Citado mayo 15 de 2012. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art656.htm.
[2] Omar Rincón., investigador y profesor de Comunicación y Televisión de la Universidad Javeriana (Colombia), periodista y realizador de televisión. Magíster en educación, estudió dirección de cine en la Universidad de Nueva York y es coordinador del posgrado en periodismo de la Universidad de los Andes
[3] Huesmann y Miller., investigadores científicos del Centro de Investigación para la Dinámica de Grupos del Instituto de Investigación Social. Son una autoridad conocida en E.U. sobre el papel de la violencia en los medios en el desarrollo de la conducta agresiva, violenta y criminal, especialmente entre niños y adultos jóvenes.
ROL DE LOS PERIODISTAS  

PAOLA ARENAS DUARTE

Teniendo en cuenta el contexto Socio-Político de nuestro País es claro que el rol que nos debe identificar como periodistas sociales, éticos, responsables, es precisamente buscar la verdad y proporcionarle a la ciudadanía el derecho a la información, estar consientes que vivimos en un País en donde el que calla vivirá y reinará, ahora el cuestionamiento está ¿vale la pena callar y dejarnos invadir día a día por el miedo de ser asechados y amenazados al querer mostrar la cara verdadera de las injusticias y las inequívocas actuaciones de quienes dicen ser nuestros fieles gobernantes?.
Es momento de quitarnos la venda y actuar como personas Sociales, tener la fortaleza y el carácter de enfrentarnos a construir una Colombia diferente y para ello como futuros periodistas se debe identificar y actuar sobre lo que realmente los Colombianos y la sociedad en general quiere y debe escuchar, ver y leer, es por ellos que el compromiso que se debe adquirir como profesionales ante todo el de hablar con la verdad, denunciando todo acto que atente contra los derechos fundamentales de la sociedad, convirtiéndose así en una prioridad en las actuaciones como periodistas.
Es fundamental para llevar a cabo una labor periodística con responsabilidad y en busca del bien común actuar como personas éticas, respetando la integridad moral de cada ciudadano, se parte también de los diferentes vacíos y conflictos existentes en la sociedad y es allí donde hay que apropiarse.
Hacer un reconocimiento minucioso de cada una de las problemáticas por las que está pasando el país, somos parte del cambio y es allí donde se tiene que trabajar como comunicadores en la medida que se pueda informar sensatamente y ser mediadores de un proceso de formación de espacios en donde se le de importancia y participación a la sociedad para que prevalezca ante todo el derecho que se tiene como Ciudadanos a la Libertad de expresión, darle valor y credibilidad a la palabra.
Ahora bien estar en la capacidad de poner en práctica la relación de la profesión con el bien común sabiendo que se tiene la tarea de apostarle a la sociedad y cambiarle el estigma que se tiene en cuanto al periodista chismoso, oportunista, farandulero por una figura seria e imponente a la hora de denunciar y ponerle fin a los abusos que afectan la integridad de miles de personas.
Una de las problemáticas por las que está pasando el periodismo actual es la cultura que se tiene sobre lo que se debe oír, ver o leer en el País y por ello ha despertado el interés de la mayoría de los medios para apuntarle a un periodismo de entretenimiento que a un periodismo crítico e informativo. Considerando los ámbitos público, privado, comunitario y virtual hay que partir de que todos estos espacios deben promover mediante la difusión de información los derechos y libertades que tiene la sociedad en general, es allí donde los comunicadores deben estar en constante veeduría para ser un acompañamiento continuo en la educación y formación sobre intereses primarios tales como el respeto a los derechos fundamentales y la implementación de espacios educativos con un alcance global.
Otro de los abusos a los que se le ha sometido a los periodistas que han buscado ejercer de una manera correcta la labor periodística es el tema de la censura operando sin control sobre la emisión continua de noticias y la causante de que en Colombia no se pueda hablar de libertad de expresión, cabe resaltar que precisamente el poder del periodista él cual es señalar qué es lo importante y qué es lo secundario y también poder responder por los efectos de la información sobre la realidad, esto último es bueno relacionarlo con el auge que ha tenido la tecnología digital lo cual ha abierto nuevos horizontes para el periodismo, sin embargo no es del todo una ventaja ya que la formación que debe tener el comunicador debe ser integral convirtiéndose en un periodista multimedia, el riesgo está en que todo el trabajo y contenidos digitales que están en la red están al alcance de todos los cibernautas,  no existe una norma establecida que permita la regulación de ciertos contenidos todo ellos se convierte en un problema puesto que el interés del periodista que le apuesta y se arriesga a generar textos digitales sabe que dichos textos estarán al alcance de todos los usuarios de internet.
Según Pedro Antonio Rojo Villada, profesor de la Facultad  de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica San Antonio de España ¨las nuevas tecnologías de la información se están convirtiendo en un factor de referencia fundamental para una época de transición y crisis como la nuestra. Su importancia es tan grande, que actualmente se presentan como los instrumentos característicos de una nueva era de la evolución humana, la llamada Sociedad de la Información, dentro de la cual se desarrollarán los parámetros vitales en el próximo siglo¨[1].
Esta evolución tecnológica trae consigo desventajas puesto que las malas prácticas de consumo y producción en línea maltratan en muchas ocasiones la integridad de los menores de edad o vulneran los derechos de autor, y es aquí donde los periodistas que están entrando en esta era deben tener cuidado a la hora de publicar sus textos ya que pueden ser utilizados con otros fines. Es claro que el interés primordial del periodista multimedia es ganarse un espacio en el medio digital y esto conlleva permitir que los textos publicados este al alcance de las personas a las cuales les pueda interesar, sin embargo el cuestionamiento esta en que debería hacerse un control de aquellas publicaciones para permitir el acceso por un determinado tiempo, y así mismo el Estado pueda regular la Internet brindando las garantías necesarias para la legalidad y protección de la propiedad intelectual e industrial, de esta manera como periodistas en el medio digital se logre ser competentes lúcidos a la hora de contribuir con textos, columnas de opinión y demás publicaciones en el mundo cibernético.
Cabe resaltar que lo expresado en el artículo 20 de la Constitución Política de Colombia dice que se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, de esta forma todos tienen el acceso y la posibilidad de estar en el ciberespacio, entonces hay que seguir promoviendo estos nuevos espacios siendo difusores de contenidos informativos realizados con la mayor calidad, teniendo el apoyo y la certeza del control de dichos contenidos por parte de las entidades encargadas de estas regulaciones, promoviendo ante todo un periodismo limpio y con responsabilidad a la vanguardia de la tecnología y respondiendo a los intereses y el bien colectivo.


[1] ROJO VILLADA, Pedro José,¨ analfabetismo tecnológico de la Sociedad de Información¨, Chasqui, 81(Marzo 2003, Pág 48-50).