Por: Laura Cristina Cañizares Quintero
Los medios de comunicación son en la actualidad una
herramienta importante para el desarrollo de las sociedades, sus contenidos
ejercen cierta influencia en los comportamientos de las personas y viceversa,
ya que la cultura también se ve reflejada en los espacios televisivos,
radiales, en la prensa. El desarrollo
tecnológico ha traído rápidamente instrumentos y canales de comunicación de más
fácil acceso y en algunos casos de menor costo.
Debido a esto, cada país debe implantar normas que ayuden
a regular los contenidos de los medios, pues estos pueden llegar a los adultos y a los niños con igual
facilidad. En Colombia existen diferentes organizaciones del Estado y no
gubernamentales que se encargan de vigilar, controlar y sancionar los
contenidos inapropiados en los medios de comunicación, sobre todo para la
niñez.
La primera normatividad a citar es el Código del Menor,
ya que este presenta en el artículo 25 el control sobre los medios de
comunicación, los cuales deben respetar el ámbito personal, familiar y todas
las circunstancias privadas del menor. A su vez, el artículo prohíbe las
publicaciones, entrevistas, imágenes o informes de los menores si atentan
contra lo ya nombrado.
En la televisión se encuentra la Autoridad Nacional de
Televisión, esta entidad controla los contenidos por medio del artículo 11 de
la ley 1507 de 2012. Allí se le atribuye a la ANTV la responsabilidad de
controlar el “cumplimiento de las normas relacionadas con los contenidos de
televisión”[1].
También existe el Decreto 1594 de 2004, donde se
establecen las medidas técnicas y administrativas que buscan evitar el acceso
de los menores a la información pornográfica en Internet o ser parte del
contenido. El artículo 4 expone claramente las prohibiciones, como contener en
los sitios web “imágenes, textos o archivos audiovisuales que impliquen directa
o indirectamente actividades sexuales con menores de edad”. Aquí la
responsabilidad no solo es de quien produce el contenido, sino también de quien
lo comparte o es usuario de este tipo de páginas web.
Para casos en el ámbito virtual, el Ministerio de
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en sociedad con otras
entidades como el ICBF y empresas privadas, creo la pagina web www.teprotejo.org, la cual es el canal
de denuncia virtual para informar sobre “contenidos ilegales y/o que ponen en
riesgo a los menores de 18 años”. Irregularidades como la pornografía, el abuso
y la explotación sexual en internet de los niños y jóvenes.
Se puede notar que existe regulación para proteger la
integridad de los niños y jóvenes que son parte o hacen uso de los medios de
comunicación. Sin embargo, vemos diariamente en los canales de televisión, en
las páginas web, en la radio, contenidos inapropiados o en horarios inadecuados.
Por ejemplo, las emisoras juveniles. Donde en horarios
matutinos o de amplia audiencia presentan vocabulario ofensivo o el uso de
palabras irrespetuosas en las
cortinillas o efectos de sonidos propios. Este tipo de situaciones, llevan a la
organización de los sectores sociales, como lo que ocurre con Papaz, la red de
padres y madres, que se moviliza a favor de la educación y de la formación de
los menores en diferentes aspectos.
Entre sus acciones promueven la Movilización por contenidos responsables para los niños, niñas y
adolescentes en las emisoras juveniles, de la cual se puede participar
inscribiéndose a la manifestación, a través de su portal web donde se encuentra
la carta dirigida a las diferentes entidades y empresas involucradas, en la
cual se exponen las leyes que exigen cumplimiento o mayor cuidado.
El caso anterior
demuestra que hay interesados en la relación entre los medios y la
infancia. Sin embargo, no se puede olvidar que existe un personaje extra en
esta relación. El ombudsman, o defensor del receptor, quien según Flavia Pawels
debe ser imparcial, para así poder recibir e investigar las quejas y dar
aportes significativos para mejorar o solucionar dificultades en los contenidos
de los medios.
No obstante, este personaje no es muy notorio en la
programación, ya que en algunos canales de televisión o emisoras, no se les da
un espacio en horarios de mayor recepción, por el contrario, los programan cuando
no pueden ser vistos o escuchados por un número significativo de receptores.
Quizás en la prensa o en internet se hace más fácil y rápida la
retroalimentación con el defensor.
Los medios de comunicación deben hacer un uso responsable
de su espacio, como lo exige la red Papaz en el caso de las emisoras, al pedir
que “se haga un serio compromiso de autorregulación en el que se privilegie a
la audiencia infantil y adolescente”. A su vez el Código de Ética del Círculo
de Periodistas de Bogotá, manifiesta que la empresa periodística y los
periodistas deben tener autocrítica, autorregulación y promover soluciones. Lo
que implica, por supuesto, ser cuidadosos en los contenidos y horarios, y hacer
uso de la imparcialidad de un defensor, para así dar mayor credibilidad y
soluciones objetivas a favor del bien común.
Aunque existe gran responsabilidad de parte de los medios
de comunicación y de los organismos reguladores, también hay un porcentaje a
cargo de los familiares y docentes de los niños y jóvenes. Ellos también deben
controlar y vigilar el tipo de medios que consumen los menores, para así dar un
acompañamiento o guía. Y además son los responsables de denunciar, quejarse o
hacer cualquier tipo de sugerencia a los medios, cuando estos no cumplen con la
normatividad que los rige.
Por lo anterior es de vital importancia que los
receptores, tanto adultos como niños, conozcan lo que está y no está dentro de
la ley. También deben conocer sobre las entidades, herramientas y procesos para
denunciar cualquier irregularidad contra la infancia y adolescencia en los
medios de comunicación. Los principales
entes encargados son el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Policía
Nacional, la Fiscalía General de la Nación y el Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones. Además los canales telefónicos o virtuales
que tiene cada medio de comunicación para recibir los comentarios de los
consumidores.
Entonces, existen los canales, las leyes y los actores,
lo que hace suponer que solo hacen falta acciones organizadas, como la red
Papaz, para expresar la inconformidad con los contenidos de los medios de
comunicación que atentan contra la integridad de los niños y jóvenes. Conjuntamente
con la gestión del gobierno, para dar a conocer todas las herramientas
disponibles para hacer cumplir los derechos y las normas a favor de los niños y
jóvenes.
REFERENCIAS
COMISIÓN NACIONAL DE TELEVISIÓN. Disponible en: http://www.cntv.org.co/
DECRETO
NÚMERO 1524 DE 2002. Ministerio de Tecnologías de la
Información y las Comunicaciones. Disponible en: http://enticconfio.gov.co//images/stories/normatividad/Decreto1524del24de%20juliode2004.pdf
EN TIC CONFÍO. Disponible en: http://www.enticconfio.gov.co/enticconfio.html
LEY 1507 DE 2012. Autoridad Nacional de Televisión.
Disponible en: http://www.antv.gov.co/Documentos/Ley_1507_2012.pdf
PAPAZ, RED DE PADRES Y MADRES. Disponible en: http://www.redpapaz.org/
PAUWELS, FLAVIA. La experiencia del primer defensor del
oyente en una radio pública argentina. Disponible en: http://www.saladeprensa.org/art644.htm
TE PROTEJO. Disponible en: http://www.teprotejo.org/