martes, 11 de junio de 2013

La mediocridad periodística: El cáncer de la era digital.


Por: Manary Figueroa Hernández
"El verdadero periodista genera contenidos con un mínimo de herramientas, los demás son sólo redactores".


La ruptura de un sentimiento.
La historia colombiana tiene tantos acontecimientos para recordar, que hacerlo no le permite al pueblo avanzar sin remordimiento, y sea él mismo el que se empecine en no dejar impune la ruptura visceral que genera una “traición”. Aquella que genera repudio en la sociedad y la enceguece por completo, tanto así que cuando cae en cuenta, ya han pasado días y tal vez meses, en donde se evidencia una  destrucción masiva irreparable.
Hace poco más de 65 años comenzando la 1:00 de la tarde, fue asesinado a las afueras de su despacho, el dirigente liberal más importante de todos los tiempos. Jorge Eliecer Gaitán, recibió tres disparos que le ocasionaron la muerte, dejando atrás años de lucha contra la corrupción, la politiquería y la hegemonía partidista. Evento que desató  la furia desmedida de los habitantes de la capital colombiana quienes de inmediato procedieron a destruir cada centímetro del núcleo urbano, a tal magnitud, que para el atardecer la ciudad ya se encontraba en luz roja y los daños eran irremediables.
Dicen que recordar es vivir un poco; los abuelos de esta generación por ejemplo, fueron testigos de la magnitud de este acontecimiento, algunos cuentan la historia con mesura, otros, si son liberales y aún guardan respeto por su partido, lo hacen  con algo de nostalgia, pero siempre terminan explicando el motivo por el que dejaron atrás toda esperanza de salvación patriótica, esa que según Luis Antonio Hernández, partidista liberal de 76 años “aún no retoña en este país, y que difícilmente lo hará, se necesitaría que volviera a nacer otro Gaitán, y eso, es imposible”.

Periodistas matutinos con pasión desmedida.
A este propósito se unió el periodismo escrito, si bien Gaitán era considerado como el mejor orador de ese momento, los textos periodísticos que se crearon para anunciar su muerte y posteriormente las consecuencias del llamado Bogotazo fueron desmedidos. En su edición del 10 de abril de 1948, Vanguardia Liberal, anunció en su página principal el asesinado del dirigente, y posteriormente se desplegaron 3 páginas escritas sin mesura por los periodistas del departamento. Para el periódico liberal, el cual dejaba a la luz pública su posición ideológica, fue un acto de traición por parte del gobierno nacional, según dice su titular.
El punto álgido del este asunto es que los periodistas encargados del artículo en cuestión, hicieron uso de las fuentes directas, corresponsales en Bogotá, anunciantes y periodistas radiales, para poder construirlo. Entre otras cosas, los escritores permanecían en el anonimato, porque, en ese entonces no importaba quién escribía o no para el tabloide, lo que verdaderamente importaba era el contenido y la veracidad de sus letras, acción que generaba descontento para el partido opositor, así que los liberales se dedicaban a construir textos como científicos en su laboratorio, como si fueran capítulos diarios de una historia sin fin. Todo sin dejar a un lado la seguridad de sus vidas y la de sus familias.

De lo anterior también se pueden tomar titulares como “Masacre de liberales en Bucaramanga llevó a cabo anoche la policía de Santander”, seguido de “los Liberales son masacrados por la policía del Gobernador Ortiz González” contenidos que no guardaban reparo en someter al escarnio público al directamente responsable de la masacre de liberales de 1948 en el Departamento.
Es así entonces como se empieza a considerar la ética periodística como una herramienta primordial de un periodista que busca única y exclusivamente la verdad de los hechos en su investigación, teniendo en cuenta que así como existen parámetros reguladores para denunciar las irregularidades del medio masivo, también existen deberes que el periodista tiene para el medio en que trabaja. De esto hablan María Teresa Herrán y Javier Darío Restrepo en su texto “Ética para Periodistas”. Ellos anuncian que “el periodista tendrá siempre presente la lealtad que por los principios y normas de la normalidad socialista, expresada en el cumplimiento de deberes especiales muy relacionados con su profesión”[1].
Del mismo modo, es de entenderse que para ese entonces las ayudas tecnológicas no eran muchas y la utilización de la imprenta hacía tardía la entrega de los ejemplares que a diario se repartían por todo Santander. Pero ésta no era precisamente una limitación, el poder de las letras que se escribían en el mismo, era el atractivo principal para sus lectores, porque lo que interesaba era estar al tanto de los diferentes acontecimientos de interés político, económico, judicial y cultural a nivel departamental, nacional y los exteriores que tuvieran nexos con el país. En ese entonces, el refrán ‘modernista’ que dice que una imagen vale más que mil palabras, no trascendía en la toma de decisiones a la hora de publicar un artículo periodístico; bastaba con la foto del personaje político del que se hacía referencia, y las ilustraciones que se publicaban, dibujos, más exactamente, se construían con motivo publicitario o comercial.

Periodismo modernista tildado de superfluo.
En contraposición a lo anterior se da un gran salto en la línea del tiempo para ubicar el contexto en el presente. La tecnología evolucionada del periodismo moderno hace uso de sus herramientas para abastecer la necesidad que exige la sociedad del ahora, ‘la inmediatez’. Para ello, es necesario revisar el contenido del periódico Vanguardia, siendo este la muestra utilizada para construir un comparativo entre su pasado y su presente. Pero esta vez no se va  a hacer referencia del periódico impreso; haciendo uso de los aportes de las TIC (Tecnología de Información en Comunicación) es preciso observar el contenido del periódico digital que es constantemente actualizado y leído a nivel mundial.
No se puede negar que resulta  de gran utilidad que la sociedad pueda actualizarse de manera constante y no esperar hasta el siguiente día para enterarse de lo que pasó o no pasó en su entorno. Pero esta estrategia comunicacional no tiene tantas virtudes como se creería.
El periódico digital, sepultó la magia del periodismo escrito, invadió el texto de imágenes que le impiden al lector lograr su cometido, leer. También desapareció la función investigativa a la que se sometía todo periodista a la hora de crear sus textos; en el periodismo digital se observan textos copiados o transcritos que resultan superfluos para quien quiera saber exactamente lo que sucede con un tema en específico, porque los artículos ya no son artículos, son notas periodísticas resumidas, construidas con el pretexto de facilitarle la lectura al interesado y ahorrarle tiempo. Pero lo que se olvida es que para leer, es necesaria la disposición y el tiempo de quien lo requiera.

Para soportar lo anterior no se debe prescindir de Manuel Castells y su texto ‘Comunicación en la Era Digital’ y el cuestionamiento que hace sobre la revolución de las comunicaciones.
Pues bien, si los medios utilizaran adecuadamente los preceptos que garantizan un resultado certero de la combinación del periodismo escrito y las TIC, muy posiblemente la realidad sería diferente, puesto que el autor dice que “comunicar es compartir significados, y depende del contexto de las realidades sociales”[2].
Manuel Castells[3] también define las diferencias entre tres tipos de comunicación. Con respecto a la ‘Interpersonal’ dice que es una forma interactiva de comunicarse los unos con los otros con bucles de retreoalimentación. También habla de la ‘Comunicación Social’ de la que agrega que es tradicionalmente unipersonal, pero que para el caso de la comunicación digital, también puede ser interactiva. Por último utiliza el término Autocomunicación para ser utilizado de manera interactiva y colectiva. A manera de conclusión el autor asume que estos preceptos ayudan a coexistir, interactuar, pero sobre todo complementar la información que se transmite.
Llegando a este punto es posible detectar que el deber ser del periodista radica en qué tan importante es para él que sus contenidos sean los más veraces y los más contundentes del medio. Anteriormente trabajar para un periódico era sinónimo de soberanía; hoy en día ser llamado periodista de prensa digital no se diferencia de un redactor de noticiarios, el cual crea pequeñas cápsulas informativas y se limpian sus manos ubicando con la letra más pequeña, la fuente de a la que accedió para construir casi que al unísono dicha información. Ellos olvidaron que el periodista en prensa debe asumir el reto de convertir cualquier acontecimiento en un texto contundente y que le permita al lector dibujar un imaginario acertado del escenario en cuestión.
Es por esto que no es posible obtener un  avance verdadero si el generador de información decide dormirse en los laureles.



[1] RESTREPO, Javier Darío-HERRÁN, María Teresa. “Ética para periodistas”- Edición ampliada para América Latina
[2] CASTELLS , Manuel. Comunicación en la Era Digital, Capítulo 2. [Online] [Citado 19 de mayo de 2013].  También disponible en: < http://masnuelcastells.blogspot.com/2012/09/comunicacion-en-la-era-digital-capitulo.html>
[3] Ibid.

De la prensa comercial a un periodismo ético


Por: María Fernanda Arbeláez Méndez
Como uno de los medios más importantes dentro de los medios de comunicación masiva, la prensa durante años se ha abanderado como el medio tradicional con mayor credibilidad entre la percepción colectiva, asumido todo esto desde su bagaje histórico y la relación intrínseca entre el poder político, así mismo, las casas periodísticas más importantes en nuestro país, están relacionadas directamente con un periódico, pero aun así, a pesar de ser uno de los medios más respetados y consolidados en el paso de los años, ¿Qué pasa con la prensa escrita en Colombia?
Surge está pregunta, con la intención de evidenciar el panorama comercial en el que se encuentra el medio de comunicación tradicional, y la masificación de prensa sensacionalista amparada dentro de las mismas casas editoriales de los periódicos más respetados en éste país.
Cabe resaltar que la gran importancia que han adquirido los medios sensacionalistas en nuestro país es abrumadora, por ejemplo el diario Q´hubo, circula por 11 regiones del país, y se denomina así mismo un periódico popular, este medio supera en venta a todos los periódicos tradicionales de los departamentos colombianos, a pesar de que tiene una corriente notablemente amarillista, expresado en cada uno de sus contenidos.
Bajo estos referentes, que vislumbra la realidad actual, cabe referenciar a  Javier Darío Restrepo, experto y referente en la ética periodística, que afirma: “No es suficiente que el periodista actúe de buena fe en el cumplimiento de su misión de informar, es necesario además que en su ejercicio profesional no defraude al público que ha depositado su confianza en él. Una manera de hacerlo es el sensacionalismo, que lleva a consecuencias tan graves como la trivialización de los derechos humanos y la ‘cretinización del público”.[1]

Sí bien, la propagación de medios amarillistas es una realidad, ¿qué se puede hacer cómo periodistas, para modificar ese panorama?, las reflexiones pueden ser varias más aun cuando el ejercicio periodístico, muy pocas veces se asume con el rigor que se debería hacer, todo sacrificado por la instantaneidad mediática y la postura notablemente económica que asumen los directores y dueños de empresas periodísticas, es allí cuando empieza a jugar como salvavidas y herramienta esencial para todo periodista los códigos éticos.

Códigos éticos, una herramienta

Desde la aparición de los códigos éticos periodísticos en 1918 en Francia, este elemento ha ofrecido herramientas claves, para desempeñar efectivamente la labor periodística, ya que fija estándares de lo qué se debe hacer, protegiendo la integridad de los contenidos y exigiendo la rigurosidad, en el desarrollo de cubrimientos informativos, más allá de la instantaneidad.  De esta manera el Círculo de Periodistas de Bogotá, en su código ético, incluye “La libertad de prensa es condición básica para que la sociedad tenga conocimiento veraz, suficiente y oportuno de la realidad concreta del mundo. Por lo tanto, debe ser mantenida a salvo de la intrusión o coacción de cualquier sector público o privado”.[2]
Por consiguiente desde los medios escritos se debe fortalecer la libertad de los contenidos, salvaguardándola de cualquier interés personal o particular, así mismo dentro de los códigos éticos, busca la publicación de información veraz y suficiente cubierta así misma desde el principio de objetividad, abarcado principalmente desde el ejercicio de buena fe.

De esa forma el periodista también debe hacer uso adecuado de las fuentes, desde varios elementos; una actitud crítica frente a ellos, su variedad y complementariedad y verificación de la información, ya que desde esta premisa se hace una labor más completa, que brinde a los lectores una información integral que le permita a ellos sacar juicios de valor frente a los datos publicados.  Dentro de esta postura, es pertinente tener en claro que es fundamental para los medios poseer una independencia, que le permita al periodista la libertad de manejar los contenidos, sin ninguna presión externa, esto está ligado a su obligación moral  de actuar de acuerdo a su conciencia.  Este último elemento le permitirá obtener credibilidad y objetividad, que generaran un mejor acercamiento a la realidad, por consiguiente un mejor ejercicio profesional que ayudará a través de sus contenidos a fortalecer la labor y la visibilización correcta de la realidad que se escribe.

Función ética de la prensa

Teniendo en cuenta las premisas anteriores y dibujando el medio periodístico en una realidad permeada y manejada desde los avances tecnológicos que le brindan a la prensa escrita plataformas diferentes de publicación de contenidos e instantaneidad de la información, cabe fortalecer el concepto de la Deontología en la comunicación y elaboración de contenidos eficaces que sean útiles para representar las realidades concretas que experimentamos.
En primer lugar, se debe entender el rol moral que juega en cada uno de los periodistas en la actualidad, permitiendo desde ese elemento personal, fijar estándares propias que permitan informar veraz, exacta, amplia y oportunamente desde los establecimientos generales de la ética, que establecidas conjuntamente elaboran un paradigma socialmente conjunto que integre un ejercicio soñado y responsable.

Desde ese punto hay que establecer una primera premisa desde el concepto del individuo y su propia concepción de realidad dependiendo del ámbito en el que interactúe, por consecuencia cada ser humano, tiene percepción que está formada desde su conocimiento particular que le permite establecer su accionar social.  Así mismo se debe incluir que el estar informado correcta y eficazmente, permite una apropiación de la realidad, por consecuencia brinda elementos de interpretación de las problemáticas sociales que afectan de manera directa el entorno del individuo.
Llevándolo en un ejercicio casi soñado de la veeduría ciudadana, que permite una fiscalización social de los poderes del estado, la economía y la sociedad civil en general, modificando el paradigma de  una población estática sujeta a las premisas únicas de los entes de control. Convirtiéndose, todo a través del ejercicio ético comprometido de la prensa y del periodismo, en una sociedad consciente que es capaz de accionar la labor compleja de la opinión pública y el control social integral.  Por consiguiente, la ética permite una difusión comprometida de la información de la realidad compleja del espacio en que se presente, en el que con la utilización adecuada de las técnicas y la modelización exacta en la utilización de los sentidos y el complejo elemento investigador que se fusione con el valor moral, comprometiendo un ejercicio capaz de alejarse de las presiones externas que usan a los medios solo como entes difusores de sus beneficios personales.

De la prensa sensacionalista a una prensa popular

 Con respecto a todo los elementos anteriormente planteados cabe soñar con una transformación de la prensa actual, en el que se permita acercar el concepto de prensa popular y hacerla igualmente atractiva que la prensa sensacionalista ya que como lo plantea María Teresa Herrán en Ética periodística el uso del periodismo sensacionalista  permite  “La competencia desenfrenada por la sintonía que repercute sobre la calidad periodística, porque lleva a buscar noticias que entretengan, más que a seleccionar aquellas que reflejen la realidad social”.[3]
Por consiguiente, sería importante acercar los modelos eficaces de prensa popular que se vienen desarrollando en toda Latinoamérica como es el ejemplo del portal web La Prensa popular, en Argentina, en el que se tiene un acercamiento vivencial  y personal de la realidad social del país, sin lineamientos ni influencias políticas, pero sí lo suficientemente atractivo para lograr un consumo sostenible de este tipo de contenidos, logrando en cada una de sus publicaciones una aproximación del objetivo máximo de informar y generar veeduría ciudadana.
Así mismo los contenidos representan a la población civil en general desde todas sus posturas y niveles, permitiendo hacerla tan atractiva como cualquier medio que se escude en la prensa amarillista para lograr reflejar cada una de los círculos sociales.
Por consiguiente, la prensa en este momento tan cambiante, pero tan confiable, debe comprometerse a pasar del factor económico a una conciencia ética que permita durante muchos mantener a este medio de comunicación como el modelo de confiabilidad con el cual se propagaron los medios masivos.


[1] RESTREPO, Javier D, HERRÁN, María T. Ética para periodistas. Ed 3ra. Bogotá, Febrero 2002.
[2] CÍRCULO DE PERIODISTAS DE BOGOTÁ. Código ético, Preámbulo.
[3] RESTREPO, Javier D, HERRÁN, María T. Ética para periodistas. Ed 3ra. Bogotá, Febrero 2002.

La ética periodística como imperativo profesional


Por: Edna Gómez Jaimes

La ética profesional  en el diccionario de la real academia refiere  que  es un “Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”[1]; además, el término ética tiene como significado que es recto, conforme a la moral. Ya teniendo estas dos definiciones de la       RAE, se puede entrar a hablar para qué es importante la ética en el deber del periodista y sus códigos éticos.
De la misma manera, el Papa Juan Pablo  II en un momento consideró que la labor del periodista y la del comunicador es comunicar y transmitir  la verdad. También refirió que el periodista o comunicador no tiene que ser una persona que ponga la pluma al propio uso exclusivo, sino que tiene que tener en cuenta la realidad en la cual se fundamenta: “Estáis llamados a consagrar vuestra profesionalidad al servicio del bien moral y espiritual de las personas y de la comunidad humana. Este es el punto fundamental de la cuestión ética, que es inseparable de vuestro trabajo. Con su influencia amplísima y directa en la opinión pública, el periodismo no se puede guiar únicamente por las fuerzas económicas, por los beneficios y por los intereses particulares. Al contrario, hay que sentirlo como una tarea en cierto sentido "sagrada", realizada con la conciencia de que se os confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos y, en particular, para el bien de los sectores más débiles de la sociedad:  los niños, los pobres, los enfermos, los marginados y discriminados”[2].
Es evidente ver que la Iglesia recalca cuál es el verdadero rol que deben cumplir los profesionales de la comunicación, especialmente en el contexto actual donde gran parte de los periodistas utilizan la información de acuerdo a sus intereses  propios  y olvidan o desconocen la orientación ética como personas y profesionales.  Sumado a esto, en la actualidad existen códigos éticos que se han ido consolidando; sin embargo, en muchas situaciones los profesionales los pasan por alto.
La mayoría de los códigos éticos  consideran el respeto a la verdad como el primer principio ético que ha de inspirar el comportamiento de todo profesional de la información. Sin embargo, en la práctica diaria se puede observar que el  periodismo no tiene en cuenta o deja a un lado este criterio moral. Los periodistas, como individuos, reciben constantemente presiones de las empresas en donde trabajan, de los entes privados y públicos, también desde el poder económico, la competencia insaciable de los canales y grandes periódicos, obteniendo como resultado la escasa calidad de los contenidos y obviando la ética profesional y sus códigos.
Otro aspecto relevante en el marco ético, tiene que ver con el contexto de los avances tecnológicos, la información, utilización y abordaje ético. A este respecto Hugo Aznar cita a Gabriel García Márquez quien ha expresado lo siguiente en relación con los periodistas: "Creo que la formación de los periodistas no ha logrado evolucionar a la misma velocidad que los instrumentos del oficio… hace falta dominio profesional”[3]. En este sentido se puede afirmar que es parte del ejercicio ético, la constante actualización, la formación permanente, la investigación que conduzca a hacer avanzar la ciencia periodística para que esté acorde no solo con los avances tecnológicos sino también con los constantes y rápidos cambios en las sociedades a nivel local, nacional e internacional.
Cabe señalar, que el periodismo atraviesa por un tiempo de cambios rápidos y profundos. Las nuevas tecnologías abundan y están a la orden del día llegando  ya a todos los ámbitos, y esto implica, en mayor o menor medida, a todos los seres humanos. La globalización ha aumentado la capacidad de los medios de comunicación social, pero también ha acrecentado su exposición a las presiones ideológicas y comerciales, a no realizar procesos de investigación, a no consultar fuentes por la inmediatez y la rapidez, olvidando la verdad de lo que se quiere publicar. Esto debe llevar a los periodistas a interrogarse sobre el sentido del compromiso con los seres humanos en el mundo de la comunicación.
Por otra parte, la forma en que los medios y el periodismo tradicional trabajan ha cambiado y seguirá cambiando en esta sociedad globalizada, pero lo que no  se debe es pasar por alto, incumplir o faltar de ninguna manera los contenidos de los códigos. Los puntos de referencia del periodismo de calidad, exactitud, confiabilidad, imparcialidad, respeto por la humanidad y por la audiencia (que están plasmados en los códigos éticos), siguen siendo principios esenciales que hacen del contenido algo creíble y útil para la sociedad.
Siendo compromiso de un comunicador en primer lugar ofrecer a la sociedad informaciones verídicas,  para ello, debe comenzar contrastando bien las fuentes. Muchas veces se cometen errores, manipulaciones e interpretaciones que los distintos medios de comunicación pueden llevar a cabo e incluso por parte de algunos periodistas en su labor de informar. Por lo tanto, cada periodista siendo responsable de las informaciones que ofrece,  debe generar confianza diciendo siempre la verdad.  Para ello se tienen los códigos de ética que de diversas formas intentan  autorregular el ejercicio de la información. En este sentido,  Hugo Aznar, define la autorregulación como el conjunto de iniciativas, acuerdos, organismos, instrumentos y mecanismos relacionados con la actividad de los medios y orientados a garantizar que su actuación se ajuste a los valores y normas éticas que se consideran deseables”[4]. Estas normas específicas de la profesión que regulan la conciencia profesional de un comunicador, están basadas en dos principios básicos: la responsabilidad social y la veracidad informativa. Además, exigen del profesional un continuo reciclaje y crecimiento profesional. Es necesario entonces, que el comunicador no solo sienta la necesidad moral de realizar el trabajo de acuerdo a unos requisitos de honestidad intelectual, sino también que se dedique a cultivar e interiorizar durante el ejercicio de su profesión estos principios éticos propios de su actividad.
En la actualidad existen casos concretos donde la información se encuentra prisionera por las amenazas de diversos grupos ideológicos que pretenden acallar las voces de quienes investigan e informan la verdad. Se acalla la voz de los comunicadores y periodistas  bien sea con amenazas o con el cumplimiento de las mismas. También se quiere suprimir la voz mediante la promulgación de leyes y normas que censuran el periodismo libre y crítico. Estos hechos frecuentes, al menos en este país, hacen que muchos profesionales tengan que abandonar no solo su rectitud de intención, sino también su vocación y entusiasmo por lo que hacen.
Los códigos éticos también están amenazados y vulnerados principalmente desde los mismos periodistas cuando estos no propenden por la verdad como objetivo fundamental de la información periodística. A veces el criterio de  verdad se vulnera cuando por ejemplo se omiten datos esenciales de un hecho, cuando se deforma o tergiversa el material informativo. Es lamentable constatar, además, que desde la comunicación también muchos personajes se ofrecen para adoctrinar, manipular y, en definitiva, engañar antes que transmitir con el máximo rigor la verdad de las situaciones y realidades. Lo anterior sin mencionar, lo que es muy común en los últimos tiempos: el silencio a veces cómplice que surge  cuando se trata de tocar, afrontar y profundizar en temas de carácter ético, religioso o científico, que exigen, quizá un carácter de rigurosidad más profundo.
Es deber de los comunicadores estar sensibilizados para conocer, valorar e interiorizar los códigos o principios éticos que deben acompañar su quehacer laboral y profesional. Si todos los estudiantes y comunicadores están en una permanente búsqueda de la verdad, entonces también estarán comprometidos con hacer aportes válidos para que se pongan en práctica los códigos éticos y se pueda ayudar a construir el tejido social.


[1]Diccionario de la Real Academia Española.(ética profesional) [Online]. (citado 20 de mayo de 2013). http://www.rae.es/rae.html
 
[2] PABLO II, Juan. Discurso del santo padre juan pablo II con motivo del jubileo de los periodistas. En: La Santa Sede. [citado mayo 21 de 2013]. Disponible En: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/documents/hf_jp-ii_spe_20000604_journalists_sp.html
[3] MARQUEZ, García Gabriel(citado por AZNAR, Hugo) [Online]. (citadp 20 de mayo 2013).disponible  En: http://es.wikipedia.org/wiki/Deontolog%C3%ADa_profesional_period%C3%ADstica
 
[4] AZNAR.Hugo.Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales. En: Razón y palabra. [Online].(20  de mayo 2013). Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/haznar.html
 

La ética periodística más allá de una realidad


Por: Andrea P. Sarmiento Valbuena

A lo largo de la vida se observan diferentes situaciones e información que impacta en la sociedad y la cual se transmite por los diferentes medios de comunicación o a través de los sitios web. Partiendo de este punto de vista, interviene el comunicador social- periodista, quien debe tomar su el cual debe tomar como tal y contar los hechos por medio de lo que se llama “la ética profesional”.  Ahora cabe preguntar ¿Qué es la ética periodística?, pues bien es aquella que “Se entiende como un conjunto socialmente compartido por valores, hábitos y costumbres”[1] como lo enuncia Juan Jorge Faundes en su texto “El rol de los periodistas y su marco ético”. Los periodistas no solo se deben limitar a brindar una información veraz y objetiva, debe ser de forma investigativa donde la función no sea solamente ganar público, sino a  su vez se le debe sumar la lucha por exigir y defender los derechos de la sociedad.
Lo anteriormente mencionado hace observar que muchas veces en la cotidianidad periodística no se da, no se investiga por la misma exigencia e inmediatez de la información con la cual se debe brindar.
Es por ello que la ética periodística no se da sola, ella está basada en unos códigos ética en los cuales un periodista se debe apoyar.  No obstante, se plantea la idea que “los códigos de ética no sirven” frase y/o realidad a la cual no se da apoyo puesto que no existe para aquellas personas que violan las normas periodísticas, callan la verdad o dicen no conocerlos, por el contrario  se dice que estos sirven si se conocen, aplican y se está convencidos de ellos para así no solo generar que los códigos se cumplan si no a su vez la ética profesional en cada persona, como menciona Hugo Aznar a Aristóteles en su texto “Los códigos de ética no sirven” quien plantea que: “La ética es un saber práctico y no teórico, existe para guiar la práctica y hacerse realidad a través de la voluntad y la actividad de quien actúa”. [2]

Como se había mencionado anteriormente los medios de comunicación rodean la cotidianidad de las personas de aquí, que la prensa, radio y los medios digitales serán el eje de discusión y reflexión en el texto. Es así como se dará inicio a hablar sobre la libertad de prensa, donde en muchos casos esta es violada pero lamentablemente acá en Colombia se han visto grandes ejemplos como Jaime Garzón en 1999 y Clodomiro Castilla Ospino en el 2010, entre otros,  mencionados por la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa) los cuales han sido asesinados por su oficio;  Estos pueden reflejar grandes ejemplos puesto que la libertad de prensa depende del rol critico y de veedor de la verdad que tome el periodista, donde se debe expresar sin temor alguno la verdad a los ciudadanos.

Entonces ¿de qué sirve tener buen periodismo en el país si aun así la población colombiana “en su mayoría de estratos 1 y 2” están acostumbrados a observar en su cotidianidad  la prensa amarillista y no valorar los veedores, profesionales de la ética?.  Pues bien, los periodistas deben trabajar fuertemente porque como lo enuncia Mario Vargas Llosa “La frontera entre el periodismo serio y el sensacionalista es cada vez menos nítida ya que el mundo occidental vive inmerso en una civilización del espectáculo”;  por ello ante la favorabilidad que se está dando en estos tiempos por el sensacionalismo se debe hacer que la credibilidad en ellos vuelva a los periódicos los cuales cada día estén  éticamente construidos y orientados en la búsqueda de la verdad y el bien común.

Ahora cabe resaltar los diarios digitales los cuales están teniendo grandes problemas, ya que se observa el abuso textual, la falsa información e irrupción de la intimidad on line.
Claro, la internet está jugando un papel importante en la vida de las personas facilitándola a su vez; lamentablemente la sociedad no ha aprendido a realizar el uso adecuado a la misma de allí que existan como en cualquier otro medio entes reguladores los cuales enuncia Gerardo Albarrán de Alba en su texto “La figura del defensor del lector en los diarios digitales” donde se cuenta con tres principales los cuales son: la línea editorial, los códigos de ética y el comité de ética en el cual se enfocan en la supervisión del comportamiento ético [3]de un medio en particular , buscando a través de los códigos la transformación de ellos.

Realmente son grandes problemas los que rodean la internet como la violación de los derechos de autor, los hackers y los crackers, entre otros. De aquí es donde se observa la falta de un ente regulador para realizar el uso adecuado no solo por parte de los adultos sino a su vez de los niños, no se trata finalmente de realizar prohibición por el contrario que la sociedad encuentre la verdadera utilidad y el fácil acceso que esta genera la vida no solo personal sino a su vez académica y profesional. Ya teniendo claro cómo la prensa está actuando en estos tiempos, la ética profesional de los periodistas; se parte para hablar sobre la radio donde en esta tal vez no se suele usar el “sensacionalismo y amarillismo” como en la prensa, tanto así que la radio a pesar de las nuevas tecnologías no ha perdido su esencia y su audiencia.

De aquí se parte para hablar sobre el “Ombudsman” quien es aquella persona imparcial encargada de velar porque las cosas se estén haciendo como debe ser y a su vez recibiendo quejas e investigando las mismas. En la radio no se trata de crear contenidos solo para las personas productoras, donde el  periodista debe tener en cuenta siempre que la parrilla de programación que se crea existe con un fin específico tal como traía a colación Flavia Pawels a Claudio Vívori en su texto “La experiencia del primer defensor del oyente en una radio pública argentina” mencionando que la radio “se trata de una experiencia formativa y educativa no sólo para la audiencia, sino también para los propios integrantes de la radio, ya que en ambos existe una falta de cultura sobre el tema”. [4]

Claramente se puede traer un ejemplo del problema que se está teniendo en la radio y es la emisora “Tropicana” la cual suele utilizar lenguaje fuerte en franjas en las cuales no está permitido, pero aun así a pesar que las personas se quejen, no existe un ente regulador y esta sigue funcionando, pues por supuesto, no está buscando formar.

Es allí donde deben intervenir los comunicadores sociales y periodistas, donde no se observe a las personas como simple consumidores sino como sujetos que tienen derechos; puesto que tanto el oyente como los periodistas tienen derechos de generar contenidos en un medio
Para concluir con este tema “la radio” es muy importante, la cual a pesar de la televisión, la prensa y la web no ha perdido su esencia, puesto que como se mencionaba anteriormente ofrece al oyente inmediatez en la información y donde cada día busca  crear nuevas parrillas de programación, pero para lograr este fin y no dejar que las personas dejen de lado se debe crear conjuntamente contenidos no solo de entretener sino a su vez de educar y de informar éticamente. Para finalizar como se pudo observar en el texto la ética periodística debe intervenir en cualquier medio, ya que se debe buscar aparte de ser veedores, que las cosas se muestren y se realicen como deben ser, éticamente profesionales para educar a una sociedad diferente no solo en su actuar sino a su vez sus pensamientos acerca de los medios de comunicación y digital.


[1]FAUNDES, Juan Jorge “ El rol de los periodistas y su marco ético” EN: Sala de prensa  [en línea] No. 88. (2006). <http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:p1J4FwdlCxsJ:www.saladeprensa.org/art656.htm+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co> [Citado el 21 de mayo 2013]
[2]AZNAR, Hugo. “Los códigos de ética no sirven” EN: Sala de Prensa : Web para los profesionales de la comunicación Iberoamericano No. 75. (2004).[en línea] <http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:p1J4FwdlCxsJ:www.saladeprensa.org/art656.htm+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co> [Citado el 21 de mayo 2013]
 
 
[3] ALBARRAN DE ALBA, Gerardo. “La figura del defensor del lector en los diarios digitales” EN: Sala de Prensa : Web para los profesionales de la comunicación Iberoamericano [en línea] No. 50. (2002). [en línea]. < http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:BB4ymfeOQ44J:www.saladeprensa.org/art405.htm+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co > [Citado el 21 de mayo 2013]
 
[4] PAWELS, Flavia. “La experiencia del primer defensor del oyente en una radio pública argentina” EN: Sala de Prensa : Web para los profesionales de la comunicación Iberoamericano [en línea] No. 85. (2005).        <http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:ZpvMXTthJLQJ:www.saladeprensa.org/art644.htm+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=co > [Citado el 21 de mayo 2013]

ROL DEL COMUNICADOR ORGANIZACIONAL EN EL CUMPLIMIENTO DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL EN LAS COMPAÑÍAS

Por: Nataly Ayala.

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es la carta de presentación de las empresas, de ahí se deriva el compromiso que tienen las entidades para ayudar en el beneficio de la sociedad. Con el paso del tiempo las industrias han ido aumentando significativamente y con ellas y su producción se han desencadenado una serie de problemas, uno de ellos es la contaminación del medio ambiente, un factor realmente preocupante para el bienestar de la sociedad. Aunque algunas empresas contaminadoras crean estrategias para contrarrestar o por lo menos ayudar en algo para que la contaminación  no aumente, hay otras entidades que omiten su responsabilidad respecto a este gran factor.
Por la necesidad que las empresas sean responsables con su producciones y los daños que estas puedan causar a la sociedad, se va haciendo notable un término que hoy por hoy cobra bastante reconocimiento en todas las organizaciones, la RSE, la cual “implica comprender de alguna manera la estructura de la sociedad, cada uno de los ciudadanos tiene un rol que debe cumplir dentro de la construcción, transformación y desarrollo de la humanidad, llámese personas, academias, gobierno o empresa”.[1]
La RSE aparece como el compromiso que tienen las organizaciones frente al funcionamiento de la sociedad, por tanto deben desarrollar las actividades empresariales desde una perspectiva ética que reconozca a la dignidad del ser humano, puesto que como menciona Amartya Sen “una buena ética empresarial juega un papel sustancial en el éxito económico y social”[2]. Desde esta perspectiva algunas empresas han optado por regirse por los diez principios que están contemplados en el Pacto Mundial[3], con el objetivo de manejar el crecimiento global de una manera responsable.

Un ejemplo claro de la falta de la RSE, se da una organización reconocida la cual opera en Colombia y es la Drummond, una empresa multinacional carbonera la cual a lo largo del tiempo que ha operado en este país ha jugado de una manera irresponsable e indiscriminada con la salud de millones de personas que se ven beneficiadas de la costa caribe. Esta empresa en la falta de control de los recursos con los que cuenta para realizar un trabajo eficiente, ha dejado derramar en repetidas ocasiones grandes cantidades de aguas sucias con polvillo de petróleo al mar.
A pesar de esto el Gobierno Nacional solo sancionó a esta compañía con dos acciones irrelevantes, por un lado la multó con una pequeña cantidad de dinero que no repara el daño gigantesco que se generó en este sector del país, y por otro, le suspendió el permiso de descargue del carbón en la bahía de Santa Marta, pero solo por un tiempo, ya que en este momento están operando normalmente.  

Estas acciones reflejan a la sociedad hasta donde ha llegado la irresponsabilidad de algunas empresas que no les importa atentar contra el bienestar de la población civil, sino que van por ahí causando daños ambientales sin ningún ente regulador que los controle, de igual manera, esto también es un problema de los medios de comunicación masivos  que no han sabido hacer las respectivas investigaciones en estos procesos, y cuando las han hecho han informado muy superficialmente, de manera que la sociedad no tiene los suficientes argumentos para tomar las medidas necesarias contra estas irregularidades.
En contraste a esto, se evidencia que en este país no sólo existen empresas irresponsables que prefieren el beneficio individual sobre el colectivo, sino que hay algunas que llevan a cabo un buen manejo de los principios éticos a partir de los cuales se deben regir las empresas.
Un ejemplo del buen manejo de la RSE se ve reflejado en la multinacional Carvajal S.A, una empresa que ya ha sido reconocida en diferentes ciudades como una de las mejores en cuanto al manejo de la Responsabilidad Social Empresarial. El objetivo de la organización en cuanto a esta es un “enfoque de negocio que involucra a los distintos grupos de interés para contribuir a la gestión sostenible de las empresas ante la organización”.
Así mismo, esta multinacional posee unos objetivos de sostenibilidad previamente definidos para cada uno de los públicos a los que va dirigido. Por un lado están los accionistas con los cuales crean un valor económico sostenible para fortalecer su reputación.  También se encuentran los colaboradores y sus familias donde la empresa promueve el bienestar, desarrollo y productividad de los colaboradores.
De igual manera, están “los clientes con los cuales se quiere lograr la satisfacción y lealtad superando sus expectativas y necesidades”. “El medio ambiente, es otro público al cual se refiere responsabilidad social empresaria en esta compañía, la cual se maneja ofreciendo productos y servicios comprometidos con el medio ambiente”. Otro público y el más importante para la empresa es “la comunidad, con la cual contribuyen al desarrollo y bienestar de las comunidades del área de influencia local o empresarial”.
Es así como se puede evidenciar que existen empresas grandes con presencia internacional que pueden promover una Responsabilidad Social Empresarial, por medio de una estrategia bien pensada donde se tiene definido previamente unos públicos estratégicos a los cuales directa o indirectamente la empresa afecta o beneficia.
Así como la Drummond, en Colombia existen muchas más empresas que el país aún no conoce cuáles son sus intenciones ya que tienen una estrategia bien pensada, la cual está en el posicionamiento de una buen nombre, realizar eventos que vean el compromiso que tienen con la comunidad, pero en realidad esto es una fachada detrás de la cual se esconden los verdaderos propósitos de la misma.
Por tanto es importante que las organizaciones cuenten con un buen profesional en la comunicación que se rija por su ética para obrar dentro de los parámetros legales en la sociedad, al cual no le de miedo informar a la comunidad como la organización está llevando a cabo procesos que afectan  o por el contrario favorecen al buen funcionamiento y desarrollo de esta.
 
Es indispensable que al momento de trabajar en la Responsabilidad Social Empresarial de las entidades el comunicador organizacional se rija por este pacto ya que este da un marco general para fomentar el crecimiento sustentable y la responsabilidad cívica de empresas comprometidas con la sociedad.
Para que esta se dé dentro de una empresa es fundamental que estas se basen en tres grandes principios: el primero de ellos hace referencia a los derechos humanos, el cual consiste en apoyar y respetar la protección de los derechos humanos, no ser cómplice de los abusos que se hacen de estos.
El segundo principio es en cuanto a las normas laborales el cual expone eliminar todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio, trabajo infantil, pero más importante aún, abolir la discriminación en los empleos.
También en el tercer principio es vital el compromiso con el medio ambiente, cuando las organizaciones realicen acciones que atenten contra este es importante alertar, apoyar y promover estrategias comunicativas que informen a la sociedad sobre como la organización está perjudicando el medio ambiente, pero también como está ayudando para contrarrestar este daño.
Aunque el Comunicador organizacional no es un directivo el cual pueda tomar decisiones definitivas en la organización, este tiene un papel fundamental en el funcionamiento, mejoramiento y puesta en marcha de acciones que sirvan efectivamente para el mejoramiento de la empresa en la que se desenvuelve. El papel del comunicador organizacional en una compañía es fundamental, casi que indispensable, puesto que de este depende el desenvolvimiento, reconocimiento y prestigio de cualquier organización.
Por tanto, es importante que las organizaciones tomen conciencia que la RSE no es un término nuevo, es un valor agregado que las empresas deben contemplar en su plan de funcionamiento pues de este se deberían guiar para hacer desde su labor económica también una social, logrando siempre el beneficio y el desarrollo de la sociedad.


BIBLIOGRAFÍA

Colombia Incluyente. [en línea]. [Fecha de consulta: 20 Mayo 2013]. Disponible en: http://www.colombiaincluyente.org/tercer-sector.php.

Del Sol, José Gregorio. Energía y desarrollo sostenible. Junio 2004. [en línea]. Disponible en: http://makgregory.blogspirit.com/files/desarrolloylibertad_josegregoriodelsolcobos.pdf

El Pacto Mundial: pide a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica un conjunto de valores fundamentales en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción. http://www.un.org/es/globalcompact/.
http://www.carvajal.com/


[1] Colombia Incluyente. [en línea]. [Fecha de consulta: 20 Mayo 2013]. Disponible en : http://www.colombiaincluyente.org/tercer-sector.php
[2]Del Sol, José Gregorio. Energía y desarrollo sostenible. Junio 2004. [en línea]. Disponible en: http://makgregory.blogspirit.com/files/desarrolloylibertad_josegregoriodelsolcobos.pdf
[3] El Pacto Mundial pide a las empresas que hagan suyos, apoyen y lleven a la práctica un conjunto de valores fundamentales en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción