jueves, 15 de marzo de 2012

La nueva era de la radio

Por: Juan F. Giraldo A.
“Los medios ya sean viejos o nuevos, presentes o venideros, tienden a su complementariedad y no a su sustitución” 
Alberto Díaz Mancisidor.

Pocos han sido los aspectos de la humanidad que se han escapado del proceso de digitalización en la actualidad. La salud, la política, la educación, entre otros, han sido la muestra fiel del proceso de transformación de paradigmas tradicionales, donde se abre paso a estilos de vida creados y pensados en función de la virtualidad, la cual interviene en  ámbitos de índole personal o social, razón por la cual los ajustes de fondo y de forma  se convierten en acciones ineludibles cuando se evidencia la necesidad de satisfacer de manera virtual un hecho antes realizado de forma real.
Pues bien, los medios de comunicación no se escaparon de este fenómeno, por el contrario, se han sumergido en una era de la digitalización arrasadora que los ha obligado a “repensarse” con un carácter íntegro y comprometido, de manera que tengan la capacidad de actualización y adaptación, respondiendo de modo eficiente a la demanda de información generada por la red, la cual no escatima en cobrarle los errores y carencias propias de los medios tangibles y reales, obligándolos así a ser más rápidos y eficaces, con los factores de evolución y convergencia presentes en todo momento. 
Ahora, haciendo un enfoque específico en la radio, el medio que se ha caracterizado a lo largo del tiempo por su inclinación social y comunitaria, se evidencian una amplia gama de manifestaciones virtuales que comprometen, más no interfieren, con sus funciones de informar, entretener y educar plasmadas en una plataforma virtual, alimentadas por las nuevas tecnologías como herramientas que le proporcionan múltiples diferencias y, "Como en otras etapas de la historia de la radio, el cambio actual tiene un origen tecnológico inmediato: la tecnología digital"[1].
Luego entonces, si las características propias de la radio análoga cambiaron en materia de transmisión, emisión y recepción, no debe suceder así con su intensión, pues la objetividad, la inmediatez y la verosimilitud tienen que prevalecer sin importar cuál sea el medio de difusión, por esto, quienes están a cargo de ellos, deben ser personas que cumplan con las características propias de agentes que cuiden éstos principios básicos de la radio.
Por lo tanto, “Las transformaciones que está experimentando el sistema de comunicaciones moderno y que reclaman nuestra atención teórica, no pueden interpretarse únicamente considerando las estrictas transformaciones tecnológicas, sino que han de ser interpretadas, de una forma articulada, considerando otros factores”[2] razón por la cual se aclara que, no sólo los cambios al sistema binario de la radio intervienen en esta “revolución mediática” pues cuando un cambio de este calibre sucede, debe relucir un aspecto de vital significación, siendo este la ética mediática, con la cual se maneja y da curso a dicho avance en la historia de los medios.
Surge en efecto una situación paradójica pues “en un sistema tecnológico como el digital, potenciado por las prestaciones telemáticas, cualquier persona puede emitir noticias y opiniones con unas enormes posibilidades de difusión y de recepción universales”[3] otorgando así un grado de dificultad al realizador de los medios de comunicación, pues si bien la ciudadanía tiene el derecho de la libre expresión sin importar el medio, “lo único que puede identificar a los periodistas con respecto a otros informantes que actúan en la red es el compromiso ético solidario y progresista con la realidad y con la voluntad de obtener la descripción más fiel posible de la verdad por la vía del más amplio consenso de percepciones”[4].
Es en este punto cuando se realiza un balance de dicho medio de comunicación en Colombia y se vislumbra la problemática  por la cual se está viendo afectado, pues siendo el deber de los comunicadores conformar y enriquecer éste medio integrador y movilizador de comunidades, se percibe  que en la mayoría de los casos se está dejando a un lado, abordando así, aspectos poco favorables para el debido cumplimiento de sus funciones donde “el sensacionalismo, superficialidad, degradación  del idioma, pobre debate de ideas, desmesurada competencia por la primicia”[5] se convierten en algunos de los vicios más comunes que tienen los comunicadores a cargo de la radio, generando la inquietud sobre el adecuado manejo que hacen de ésta, además de la manera en que lo hacen,  rezagando así su labor profesional, y desarrollando una radio bajo la idea de la incursión de contenidos que ofrecen expectativas vanas y superfluas que sólo aumentan la audiencia y atraen mercado de manera poco idónea.
Sería pues labor de los verdaderos comunicadores, asumir el riesgo de llevar a cabo los retos y oportunidades que trae consigo la radio digital, “buscarán captar
oyentes diversificando la oferta de canales y servicios, de esta forma, obtendrán una suma de audiencias de sus diferentes soportes y programas que resulte atractiva para los anunciantes”[6] quienes de una u otra forma seguirán teniendo una participación marcada en la industria radial, pero quienes regulados por las mismas audiencias estarán en obligación de tener sus apariciones con mesura y respeto hacia el oyente, el cual dadas las circunstancias del medio digital tendrá aún más volatilidad, lo que generará innovación en cuanto a alternativas publicitarias.
“La radio vive un momento apasionante. Su función comunicativa está consolidada. Su presencia social es indiscutible. La radio está lejos de ser un medio en extinción.”[7] Muestra de ello es su constante evolución y ahora su marcada incursión en la era digital, donde el futuro que se avecina la muestra como un medio refrescante que evidencia que “Mientras haya oyentes, una vez más hay que afirmar, que la radio se vuelve a hacer cada vez que se abre un micrófono” [8].
Referencias. 
[1]GABINO Campos, María A. Mesa redonda del XV Jornadas Internacionales de la Comunicación, "Reinventar la radio" [en línea] disponible en www.saladeprensa.org. Consultado en 09 de noviembre.
[2]MORAGAS SPÁ, Miquel De. “Nuevas tecnologías y nuevas condiciones del pluralismo informativo”, en Actas del I Congreso Internacional Comunicación y Pluralismo, Universidad Pontificia de Salamanca, 25-27 de noviembre, Salamanca, 1994, p. 104.
[3]CASAÚS, Josep María. “Perspectiva ética del periodismo electrónico” [en línea] disponible en http://www.ucm.es/info/emp/Numer_07/7-3-Pone/7-3-03.htm. Consultado en 09 de noviembre.
[4]Ibíd.
[5]PAUWELS, Flavia. La experiencia del primer defensor del oyente en una radio pública Argentina. [en línea] http://www.saladeprensa.org/art644.htm disponible en el portal sala de prensa.org  ubicado en  [www.saladeprensa.org] consultado octubre 25.
[6]MARTÍNEZ Costa, Ma. Del Pilar. “Un nuevo paradigma para la radio”. [en línea] www.saladeprensa.org consultado en 09 de noviembre.
[7]Ibíd.
[8]Ibíd.

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