jueves, 15 de marzo de 2012

La niñez y el periodismo en Colombia: una búsqueda por la defensa de sus derechos

Por: Jessica Correa Hernández
En los códigos de ética de la mayoría de los países hay una premisa común para el ejercicio periodístico “informar hechos de interés público de manera veraz”. Además se coincide en  promover la responsabilidad social como lo ratifica el Código de Ética del Círculo de Periodistas de Bogotá al señalar que “el periodista es responsable del poder que le dan a su profesión y los medios que maneja; por tanto es un deber maximizar sus buenos efectos y prevenir cualquier daño atribuible a sus informaciones”[1]. Cabe resaltar, que el público al cual se deben los periodistas en cuanto a su función no tiene las mismas características, necesidades e intereses. De esta manera, existe una población infantil, adulta y de tercera edad. De allí, que el manejo que se le dé a la información en coordinación con la responsabilidad ética que debe tener es distinto para cada público.
Ahora bien, en los diferentes medios nacionales a diario se emiten noticias con información de niños y niñas involucrados en delitos y hechos aterradores, en donde se olvida la protección y promoción de los derechos de los mismos, afectando por lo tanto con la integridad y la dignidad de los menores. Cabe entonces preguntarse ¿Los medios de comunicación de Colombia velan por los intereses de la población infantil y protegen sus derechos? Y si esto no es así ¿Cómo debería ser el actuar del periodismo en el trato que se les dan a los niños y niñas en las noticias?
En el texto ‘Periodistas Pilas con la Niñez’ realizado por el Proyecto de Comunicación para la infancia y la Mujer, el Ministerio de Comunicaciones, la Fundación Antonio Restrepo Barco y Unicef se señala que una de las funciones más importantes del ejercicio periodístico es “informar para generar una cultura de protección a la niñez, que no es otra cosa que asumir una responsabilidad social”[2]. De esta manera, se hace necesario que el periodista investigue los hechos relacionados con la población infantil y se convierta no sólo en un trasmisor de una información o una noticia bomba que despierte el morbo, sino en un multiplicador de una actitud de rechazo frente a la violación de los derechos de los niños (as) y exponer la realidad en su real y total dimensión.
En Colombia, varios han sido los hechos noticiosos sobre violaciones a los derechos de los menores como secuestros, asesinatos, desplazamientos, entre otros., pero lastimosamente tan sólo han sido momentos de fiebre periodística donde se tiene una noticia bomba porque su contenido despierta subjetividades y emociones en la sociedad, pero se deja a un lado la importancia que tiene la información de este tipo de noticias para el bien común y su función fiscalizadora. Para muchos es conocido el caso de Luis Santiago, el bebé de Chía (Cundinamarca) secuestrado y asesinado por su padre en octubre del 2009 o Johanna Macías, una madre que mató a su hijo Esteban Alejandro de ocho días de nacido en Piedecuesta (Santander) en Junio de 2009. Pero para los medios de comunicación tan sólo fue una noticia que explotaron en su momento y que después de un tiempo se olvidaron de casos como estos que ocurren a diario en el país y que no son denunciados. Bien lo dice en el texto ‘Periodista pilas con la niñez’ “lo peor es que este fiebre se les pasa pronto cuando descubren un nuevo delito y dejan de ocuparse de  aquel que tanto les horrorizó”[3].
De lo anterior, se puede decir que los medios siguen, simplemente, haciendo mención del “qué, cómo, cuándo y para qué” y dejan a un lado su función de vigilancia del entorno y velar porque las normas y los derechos se cumplan a cabalidad. De esta manera, la responsabilidad social del periodista “no es solo conocer la ley, las instituciones que ella crea o las relaciones que hay entre unas y otras (leyes e instituciones), sino también vigilarlas para detectar si son simples estrategias de imagen o por el contario, si cumple un papel eficiente eficiente a favor de la niñez”[4].
En este aspecto, también se debe decir que los medios de comunicación en Colombia se limitan a presentar estadísticas sobre estos hechos que atentan contra la dignidad y la integridad de la niñez, pero presentan sin contexto esa información. Por ejemplo, son muchas las noticias que en realidad son informes sobre la niñez que se encargan sólo de decir cuántos asesinatos de menores se han presentado, porcentajes de niños sin educación, en pobreza, abusados sexualmente, maltratos, entre otros., pero no se expone las causas, los efectos y las soluciones de estos hechos. En últimas, no se fomenta, desde los medios, una cultura de protección a la niñez.
Es necesario señalar que en Colombia, la mayoría de las noticias, incluidas las relacionadas con niños (as), se centran en el negativismo de los hechos aberrantes como la violencia, los asesinatos, los secuestros y los maltratos en todas sus formas a la población infantil. De allí, que en su responsabilidad ética y social los medios de comunicación deben abordar estos temas de una forma distinta, con optimismo, presentando alternativas de cómo superar estos hechos. Por ejemplo, no centrarse solamente en el maltrato a los niños (as) y los casos que se dan, sino en la solución, cómo tratar adecuadamente a un menor. Lo anterior es entender que otra de las funciones de los medios es difundir los derechos de los niños (as). Al respecto, Martín Gárate, en el texto ‘Periodista Pilas con la Niñez’ recalca que “los medios de comunicación tienen mucho que aprender para convertirse en los que deben ser: promotores del respeto de los derechos de los niños. Así mismo, tiene que aprender a buscar el bien superior de estos a través de la búsqueda de las causas de los problemas que aquejan a ésta población y de la presión a la sociedad (incluyendo autoridades) para que las resuelvan”[5].
Seguido a lo anterior, Gárate propone que los medios de comunicación “deben ayudar a que se creen estructuras, valores y leyes adecuadas para que esos derechos sean respetados”[6]. A su vez, deben difundir de manera masiva y colaborar en educar a la sociedad en su papel protagónico en la defensa de la población infantil, donde todos los sectores sociales, económicos y políticos se comprometan con ese fin. En este aspecto, y al realizar un recorrido por, tan sólo, los titulares de noticias cobre niños (as) se puede observar el trato sensacionalista y el abuso de la ingenuidad de los menores para hacer noticias que creen impacto en las personas y así aumentar el rating y/o las ventas.
Se podría decir entonces que muchos medios de comunicación del país, al hacer lo dicho anteriormente, están violando lo que dice la Convención Internacional de los Derechos del Niño cuando dice que todo menor tiene “derecho a ser protegido de toda forma de abuso, explotación, crueldad y de todo aquello que vulnera su derecho como persona”[7]. Al respecto, Isabel Cuadros, presidenta de la Asociación Colombiana para la Defensa del Menor Maltratado, manifiesta que un error de los medios de comunicación es utilizar a los niños con propósitos comerciales y “usar la imagen de un niño que ha sufrido con el fin de atraer televidentes, radioescuchas o lectores”[8].
Por otra parte, los medios de comunicación no respetan los derechos de la niñez al no cuidar el tipo de información que transmitan y que pueden consumir los menores. Por ejemplo, cuando un medio muestra imágenes relacionadas con la violencia, la droga, el alcohol y el sexo, sin tener en cuenta que hay niños (as) consumiendo este tipo de información. Si bien es cierto que en los medios no está el total poder y autoridad para controlar esta situación, tampoco contrarrestan la emisión de este tipo de información con otra donde se difundan valores. Es en este aspecto, donde sale a relucir la ética periodística, la cual implica “un permanente aprendizaje para sopesar cuándo el derecho a tener una familia y al derecho que tienen las personas a que se les respete su dignidad cuando se convierten en noticias”[9].
Finalmente, se puede concluir que los medios de comunicación en Colombia están lejos de velar por los derechos e intereses de la niñez, debido a que no hay compromiso por la defensa de esta población y en cambio, por el interés de vender, se avalan actitudes y valores equivocados. Cabe recordar que, con respecto a la niñez, la misión de los medios de comunicación es rescatar y promulgar valores éticos. Como lo expresa lo antes mencionada Isabel Cuadros los medios “les falta más agresividad para presenta los derechos de los niños, así como la problemática que los queja con recomendaciones para salir de esa situación, pero sin caer en el sensacionalismo”[10].

[1] CÍRCULO DE PERIODISTAS DE BOGOTÁ. Código de ética. Agosto 31 de 2006. P 4
[2] HERRÁN, María Teresa; JEREZ, Constanza Ángela y FRÍAS, Amilde. Periodistas Pilas con la Niñez. Imprecar Editores. Bogotá, 1998. P 2
[3] Ibíd. P 8
[4] Ibíd.  P 18
[5] GARATE, Martín. Los medios de comunicación: responsabilidad y respeto hacia la infancia. Instituto Internacional Responsable de la Defensa de los Niños, sección Chile.
[6] Ibíd.
[7] HERRÁN, Op cit.,  P 12
[8] Ibíd. P 49
[9] Ibíd. P 6
[10] Ibíd. P 49

No hay comentarios:

Publicar un comentario