viernes, 31 de mayo de 2013

Comunicación para el cambio social: una apuesta significativa

Por: Silvia Cárdenas Molina.
 
La comunicación para el desarrollo surge como uno de los modelos mejor estructurados de comunicación basada en un enfoque de cambio social; en sus inicios toma ciertos aspectos del modelo de difusión de innovaciones, tales como la incorporación de la tecnología como elemento clave para alcanzar el éxito y el desarrollo de las comunidades, al igual que una semejanza en el contexto o campo de acción en el que se desempeñó, siendo el trabajo rural el terreno elegido para la experimentación. Sin embargo, el modelo de comunicación para el desarrollo a diferencia del modelo de difusión de innovaciones, basó su enfoque en el uso estratégico de la tecnología, es decir, según las necesidades y habilidades de las comunidades, se determinaba qué tipo de tecnología favorecía de la mejor manera su desarrollo. En palabras de Alfonso Gumucio Dagron "La comunicación para el desarrollo hacía énfasis en una tecnología apropiada, que pudiera ser asumida por el campesino pobre..." 1
Esa transferencia de tecnología planteada por la difusión de innovaciones, fomentaba la rigidez y verticalidad del modelo, donde la prevalencia era la incorporación de conocimiento de forma unidireccional. En contra posición, la comunicación para el desarrollo propuso el flujo de intercambio continuo, mediante el cual, la transmisión de información y conocimiento entre los expertos y las comunidades se daba de forma recíproca, prestando gran atención y valor al conocimiento local, como garante de aportes significativos.
En este orden de ideas, la comunicación para el desarrollo tal como no lo plantea Alfonso Gumucio  "parte del respeto por las formas tradicionales de organización social y su fortalecimiento, para contar con un interlocutor válido y representativo"2
Es así, como numerosas experiencias en comunicación para el cambio social se han desarrollado a nivel mundial, promoviendo como objetivo clave del desarrollo la participación, dichas experiencias surgen en su mayoría, como respuesta contestataria a las desigualdades sociales, buscando la reivindicación de los derechos de las comunidades y su  participación activa, lo cual permite la  consolidación de líderes comunitarios con las capacidad de incidir en la vida pública y política, en la búsqueda por garantizar un espacio digno en la sociedad. 
En el caso específico de América Latina, la comunicación para el desarrollo inicia basada en la práctica antes que en la teoría; En Colombia específicamente, en la década de 1940 y 1950 se impulso la iniciativa de "Las Radio-escuelas de Colombia", en Sutatenza, impulsada por el párroco Joaquín Salcedo. Este sacerdote se apoyó en el uso estratégico de la radio para ofrecer a los campesinos apoyo, por medio de la comunicación masiva educativa, con el fin de promover un desarrollo rural, (mejorar la producción agrícola, la salud y la educación). De esta forma, nació la agrupación católica Acción Cultural Popular, la cual posteriormente abarcó todo el país; alcanzando significativos logros, llegó a contar con una red nacional de ocho emisoras, un periódico campesino, dos institutos de campo para la formación de líderes y con un centro de producción de materiales de enseñanza.
En consecuencia, diez años después de la práctica se comenzó a fundar la teoría en Estados Unidos, aquí, la intervención de diversos estudiosos contribuyó a la formación teórica del concepto "comunicación para el desarrollo"; siendo autores como Everett Rogers, Daniel Lerner y Wilbur Schramm, quienes realizarían importantes aportes, que permitieran perfilar sus bases teóricas. Para éste último, la comunicación debía desempeñar una serie de funciones en la atención de las necesidades de las personas en cuanto al desarrollo.
Según Schramm, dichas funciones eran " (1) estar informada de los planes, acciones, logros y limitaciones del esfuerzo pro desarrollo; (2) hacerse partícipe del proceso de toma de decisiones sobre asuntos de interés colectivo; y (3) aprender las destrezas que el desarrollo les demanda dominar"3. Al cumplir aquellas funciones, sostiene Schramm, los medios de comunicación "configuraban una atmósfera general propicia a la consecución del cambio social indispensable para lograr el desarrollo"4.
Por tal razón, dichos proyectos de desarrollo se han apoyado en la dimensión comunicacional, como  instancia fundamental para la promoción del desarrollo  y la transformación de las condiciones de vida de las sociedades. En este orden de ideas, el rol de los comunicadores se encuentra ligado al desafío de impulsar procesos para crear y estimular una comprensión común, como base para el desarrollo y el cambio social.
De esta forma, el comunicador tiene la posibilidad de incidir en lo público, para producir transformaciones en las formas como se concibe la sociedad y sus problemáticas, buscando así la articulación entre los diversos sectores de la sociedad mediante la participación, el fortalecimiento de espacios democráticos y el empoderamiento ciudadano, entendido según Paulo Freire como  "un proceso de reducción de la vulnerabilidad y del incremento de las propias capacidades de los sectores pobres y marginados, que conduce a promover entre ellos un desarrollo humano y sostenible"5.
No obstante, al momento de impulsar proyectos de desarrollo, es necesario explorar estrategias de comunicación específicas, basadas en el respeto por las comunidades y en los principios éticos, buscando su integración total a los proyectos, como la base que permite el fortalecimiento de un proceso de cambio.
Aunque existen estrategias de comunicación para el cambio social, teóricamente definidas, cabe resaltar que su aplicación debe responder a las características y necesidades de las comunidades, y no a una aplicación mecánica y repetitiva de las estrategias. Entre las más significativas se encuentra: Media Advocay, esta estrategia "tiene el propósito de maximizar el potencial de los medios de comunicación, para generar procesos de cambio social"6, lo que se busca es a través de la abogacía en medios, poder posicionar una problemática social en la agenda pública y a partir de esto generar intervención estatal para promulgar políticas públicas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de las comunidades afectadas.
Por otra parte, la estrategia de Periodismo Cívico, propone "una relación entre los medios y las audiencias, en la cual se tiene más en cuenta el punto de vista de los ciudadanos para hacer la agenda informativa"7, a través de ello, se busca que las temáticas sugeridas por los ciudadanos encuentren una vía para la acción para  a partir de la información lograr la deliberación pública y contribuir a la formación de ciudadanos participativos, capaces de liderar iniciativas en la lucha por mejorar sus condiciones sociales.

Lo anterior, permite evidenciar algunas de las acciones que desde la comunicación enfocada hacia el cambio, son posibles realizar, todo enmarcado en los principios básicos de la ética, la cual según lo planteado por John Rawls [8] aspira a establecer un procedimiento en virtud del cual se pudiera dar origen a un orden social, a principios justos y aceptados por todos, con los que se garanticen la paz y la estabilidad social. 

Por tanto, las acciones de comunicación para el cambio social, no deben estar guiadas por un modelo consumista de mentalidad mercantil, que utilice las comunidades vulnerables como un objeto para alcanzar un beneficio individual, tampoco se trata de de una mirada desarrollista que impulse el asistencialismo, como forma para alcanzar reputación  social por las acciones que se adelantan.

En definitiva, lo que se busca a través de esta iniciativa es optar por un modelo de comunicación humanizado, destinado a garantizar el acceso participativo de la sociedad en los procesos que busquen generar nuevas alternativas a las problemáticas sociales, siendo las comunidades las promotoras de su propio cambio, quienes a través de sus vivencias, su experiencia y conocimiento local, contribuyan a la búsqueda de soluciones. Su  Participación en estos procesos, permite que el individuo tenga un proceso de crecimiento y aprendizaje, convirtiéndose  en un actor de cambio, capaz de impulsar iniciativas futuras dentro de sus comunidades, crear un pensamiento más crítico y propender por su propio desarrollo.
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1. GUMUCIO DAGRON,, Alfonso. La comunicación para el cambio social la clave del desarrollo participativo.pág.35
2.Ibid, pág.35
3. BELTRAN, Luis Ramiro. La comunicación para el desarrollo en Latinoamérica: Un recuento de medio siglo. Buenos Aires, Argentina. Julio 12, 2005. pág.10
4.Ibid, pág.11
5.[citado el 19 de mayo 2013]. Disponible en Internet: http://www.dicc.hegoa.ehu.es/listar/mostrar/86
6. RODRIGUEZ, Clemencia; OBREGÓN, Rafael; y VEGA, Jair. Estrategias de Comunicación para el Cambio Social. Quito Ecuador. 2002. pág. 54
7. Ibid, pág.58
8. RAWLS, JOHN. Teoría de la Justicia. EN: Rev. Medicina y Humanidades. Vol. I. N° 3. (Sept.-Dic.) 2009. Página. 6

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