En Colombia tenemos dos canales que encabezan la lista de los más vistos por la sociedad colombiana, Caracol televisión y RCN, estos dos canales son los que alimentan el entretenimiento y el ocio de los colombianos a cualquier hora del día, de tal manera que los colombianos generemos una cultura televisiva que se convierte en el tema de las conversaciones del diario vivir o simplemente en una fuerte herramienta de distracción y entretenimiento para la sociedad colombiana.
Es evidente que la televisión es uno de los medios tradicionales más influyentes dentro de la sociedad, a medida del tiempo vemos cómo los programas, parrillas de contenido y canales de televisión van enganchando televidentes y van moldeando un estilo de vida, hasta el punto de entrar en la opinión pública y ser parte del tema conversación de los colombianos, sin embargo lamentablemente muchos contenidos no son aptos para algunas personas como por ejemplo los niños, además de esto los programas de televisión de nuestro país se convierten en un espectáculo televisivo como lo menciona Omar Rincón, es decir hoy en día lo que más vende es la violencia, el sexo, las adicciones, la promiscuidad etc..
Para Omar Rincón la televisión no es más que un escape de la realidad, un momento en el que el televidente se descarga de sus problemas diarios y se adentra en un mundo irreal y de ficción. Muchos mencionan que la televisión es un espejo de la realidad y sus contenidos reflejan la realidad social, sin embargo Omar Rincón expresa en su libro “Televisión, video y subjetividad” que este medio no tiene más que contenidos, falsos, ficticios, irreales, superficiales, banales, de tal manera que llegue de cualquier forma a los televidentes, rellenando los bolsillos de los inversionistas y dueños de este medio.
La televisión Colombiana no es la excepción, sus contenidos no son más que re-makes de programas, seriados y realities internacionales que acoplan a la cultura de nuestro país y que por supuesto logran ser exitosas dentro de las mentes de los colombianos. Lo cierto es que los contenidos creados por nosotros mismos son cada vez menos, son copias más criollas de otros programas mundialmente exitosos y que por supuesto les asegura a los canales montos de dinero y un gran raiting y cuando algunos programas son creaciones nuestras, resultan siendo narco novelas que solo muestran la parte oscura y triste de Colombia con la excusa de que hay que conocer la historia de nuestro país.
A pesar de esto existen entes que se encargan de otorgar las concesiones y asignar la frecuencia y a la vez vigilan, controlan y regulan la prestación del servicio público de televisión y sus contenidos, uno de estos entes es la ANTV (Autoridad Nacional de Televisión) el cual está en constantemente vigilancia para que la televisión y sus contenidos no perjudiquen o vulneren la dignidad de los televidentes.
Para que esta regulación se lleve a cabo son necesarias unas leyes en donde expongan las distintas normas de regulación de la televisión, por ejemplo la ley 14 de 1991 en el artículo 1 expone: “la televisión es un servicio público cuya prestación está a cargo del estado a través del instituto nacional de radio y televisión” y el artículo 4 que menciona que “la televisión está en la obligación de proteger los menores de edad y sus derechos”. Por otro lado la ley 335 de 1996 expone una franja horaria de tal manera, que se regulen los contenidos en relación con los televidentes y además una franja en donde se dividen los contenidos nacionales de los internacionales. A pesar de todas estas leyes que simplemente están plasmadas en una hoja de papel o en un documento web, deberían existir entes mucho más estrictos en cuento a los contenidos de los programas nacionales, de tal manera que no sigan el cliché y los estereotipos de siempre sino que se generen nuevos programas que hagan pensar un poco más al televidente o programas que aporten algo a la cultura de la sociedad.
Por esta razón es que los canales regionales son también acogidos por los televidentes, por que como menciona Mario Luis Mantilla "en un canal regional se exalta todo lo representativo de la cultura, de tal manera que los televidentes se sientan identificados con los programas del cana, de esta manera se genera un sentido de pertenencia con el canal y los televidentes, además la sociedad necesita contenidos exclusivos de su región dentro de las noticias, programas, documentales, etc…" Por esta razón es que vemos que los canales regionales incentivan e incrementan sus contenidos dirigidos exclusivamente a la región.
En los canales nacionales por el contrario se generan estereotipos regionales dentro de sus novelas o programas, por ejemplo el costeño siempre es el bullicioso, perezoso que solo vive pensando en fiesta y parranda, o como pudimos observar en “El man es German”, pintan a la mujer santandereana como una campesina, malhumorada que reniega por todo y es un tanto gritona, por supuesto esto es lo que le encanta a la gente, pero de alguna u otra manera se están riendo de ellos mismos y los canales nacionales solo se burlan de sus televidentes.
Este
tipo de novelas al menos le sacan una sonrisa a los colombianos y lo hacen
liberarse de la tensión del trabajo, pero ¿Qué hay de las novelas que solo
tratan temas como el narcotráfico, la prostitución y la violencia?, en Colombia
no pueden faltar este tipo de novelas, siempre son las que más tienen raiting y
las que más dan de que hablar, desde hace muchos años esta es la imagen que
tienen en el exterior de nosotros y en vez de tratar de borrar esa imagen que
tanto nos ha afectado lo único que hacemos es reafirmar lo que piensan de
nosotros, en el año como mínimo deben haber unas 4 novelas de este tipo que de
ninguna manera aportan algo a las familias que están noche tras noche en frente
del televisor absorbiendo cualquier cantidad de contenidos denigrantes y vergonzosos
que no dejan nada para la vida.
RCN
y Caracol en su intento por ganar raiting no están pensando en las necesidades
de la sociedad colombiana solo están pendientes de llenar sus cabezas de basura
televisiva, de contenidos pobres y de programas mediocres que no aportan nada a
la cultura de nuestro país. Es triste prender el televisor en la tarde y ver
que están dando Laura en América, cambiar de canal y ver un programa como La
reina del sur, ¿que ven los niños durante la tarde? ¿Qué deja a las familias
colombianas este tipo de programas? NADA, solo amarillismo, exageración de la
realidad y una cultura de violencia, armas y sexo.
Omar
Rincón lo que más recuerda es que “la televisión no es educativa, aunque su centralidad como aparato y medio
de comunicación es evidente, aunque de ella se aprenda a pesar de todo, aunque
ella sirva para todo, no se puede afirmar que sea responsable e
imaginativa con los procesos de construcción del proyecto de sociedad que
requerimos” Rincón expone 10 mandamientos para realizar televisión educativa,
cabe resaltar algunos de estos:
IV. “Recordar que la televisión es educativa en cuanto
forma en modelos sociales. La televisión es educativa
cuando es escenario del diálogo intercultural, presenta lo universal que no pasa por
lo comercial y amplía las posibilidades simbólicas de construcción de
ciudadanía, democracia y sociedad civil”.V. “Asumir que la televisión educativa debe ser una experiencia formativa nueva en sí misma al incorporar las nuevas-otras formas de cultura, de ver y leer, de aprender y conocer, de hacer y construir ciudadanía, que forma para la convivencia y capacita para poder tener acceso a las competencias múltiples que habilitan para ser un ciudadano productivo en la actualidad”.
VII. “Asumir que la televisión educativa recupera lo gozoso, divertido, significativo, seductor y afectivo propio de la educación”.
VIII. “Recordar que si el programa de televisión que se hace es aburrido o tedioso o arrogante es porque quien lo hace es aburrido, tedioso o arrogante. La pantalla es un espejo del alma de quien la hace”.
De estos mandamientos se puede entender que los contenidos de la televisión no educan, sino que moldean los diferentes estilos de vida, y además como lo menciona la teoría de usos y gratificaciones “Cada individuo escoge los estímulos a los que quieren responder, atendiendo a causas como sus valores, intereses y funciones sociales. Por lo tanto, más que ser los medios los que dicen al usuario qué ver, son los espectadores de forma activa los que lo deciden, atendiendo a sus necesidades y la gratificación que les proporcionen”.
Esto quiere decir que somos nosotros quienes escogemos los contenidos y quienes los acogemos, la televisión es educativa en cuanto deje algo al televidente para su diario vivir, esto solo demuestra que la televisión colombiana ha moldeado por años un estilo de vida dedicado solo al morbo, al espectáculo y la farándula criolla, por lo tanto una vez más somos los colombianos quienes seguimos alimentando los canales nacionales y por supuesto estos al ver la cantidad de audiencia que tienen siguen creando esos mismos contenidos que tanto desangran la cultura y la tradición de nuestro país.
Referencias bibliográficas:
·
KATZ, E., GUREVITCH, M., & HASS, H. On the
use of the mass media for important things. American Sociological Review,
19731, p 164-181
·
MANTILLA Mario
Luis. Defensor del televidente del canal TRO. Charla Universidad Pontificia Bolivariana.
·
RINCON, Omar.
Televisión, video y subjetividad. Enciclopedia latinoamericana de socio cultura
y comunicación. Editorial Norma. 2002
·
RINCON, Omar. 10
mandamientos para hacer televisión educativa. Tomado en : http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/article-74983.html
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