martes, 11 de junio de 2013

La ética periodística como imperativo profesional


Por: Edna Gómez Jaimes

La ética profesional  en el diccionario de la real academia refiere  que  es un “Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana”[1]; además, el término ética tiene como significado que es recto, conforme a la moral. Ya teniendo estas dos definiciones de la       RAE, se puede entrar a hablar para qué es importante la ética en el deber del periodista y sus códigos éticos.
De la misma manera, el Papa Juan Pablo  II en un momento consideró que la labor del periodista y la del comunicador es comunicar y transmitir  la verdad. También refirió que el periodista o comunicador no tiene que ser una persona que ponga la pluma al propio uso exclusivo, sino que tiene que tener en cuenta la realidad en la cual se fundamenta: “Estáis llamados a consagrar vuestra profesionalidad al servicio del bien moral y espiritual de las personas y de la comunidad humana. Este es el punto fundamental de la cuestión ética, que es inseparable de vuestro trabajo. Con su influencia amplísima y directa en la opinión pública, el periodismo no se puede guiar únicamente por las fuerzas económicas, por los beneficios y por los intereses particulares. Al contrario, hay que sentirlo como una tarea en cierto sentido "sagrada", realizada con la conciencia de que se os confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos y, en particular, para el bien de los sectores más débiles de la sociedad:  los niños, los pobres, los enfermos, los marginados y discriminados”[2].
Es evidente ver que la Iglesia recalca cuál es el verdadero rol que deben cumplir los profesionales de la comunicación, especialmente en el contexto actual donde gran parte de los periodistas utilizan la información de acuerdo a sus intereses  propios  y olvidan o desconocen la orientación ética como personas y profesionales.  Sumado a esto, en la actualidad existen códigos éticos que se han ido consolidando; sin embargo, en muchas situaciones los profesionales los pasan por alto.
La mayoría de los códigos éticos  consideran el respeto a la verdad como el primer principio ético que ha de inspirar el comportamiento de todo profesional de la información. Sin embargo, en la práctica diaria se puede observar que el  periodismo no tiene en cuenta o deja a un lado este criterio moral. Los periodistas, como individuos, reciben constantemente presiones de las empresas en donde trabajan, de los entes privados y públicos, también desde el poder económico, la competencia insaciable de los canales y grandes periódicos, obteniendo como resultado la escasa calidad de los contenidos y obviando la ética profesional y sus códigos.
Otro aspecto relevante en el marco ético, tiene que ver con el contexto de los avances tecnológicos, la información, utilización y abordaje ético. A este respecto Hugo Aznar cita a Gabriel García Márquez quien ha expresado lo siguiente en relación con los periodistas: "Creo que la formación de los periodistas no ha logrado evolucionar a la misma velocidad que los instrumentos del oficio… hace falta dominio profesional”[3]. En este sentido se puede afirmar que es parte del ejercicio ético, la constante actualización, la formación permanente, la investigación que conduzca a hacer avanzar la ciencia periodística para que esté acorde no solo con los avances tecnológicos sino también con los constantes y rápidos cambios en las sociedades a nivel local, nacional e internacional.
Cabe señalar, que el periodismo atraviesa por un tiempo de cambios rápidos y profundos. Las nuevas tecnologías abundan y están a la orden del día llegando  ya a todos los ámbitos, y esto implica, en mayor o menor medida, a todos los seres humanos. La globalización ha aumentado la capacidad de los medios de comunicación social, pero también ha acrecentado su exposición a las presiones ideológicas y comerciales, a no realizar procesos de investigación, a no consultar fuentes por la inmediatez y la rapidez, olvidando la verdad de lo que se quiere publicar. Esto debe llevar a los periodistas a interrogarse sobre el sentido del compromiso con los seres humanos en el mundo de la comunicación.
Por otra parte, la forma en que los medios y el periodismo tradicional trabajan ha cambiado y seguirá cambiando en esta sociedad globalizada, pero lo que no  se debe es pasar por alto, incumplir o faltar de ninguna manera los contenidos de los códigos. Los puntos de referencia del periodismo de calidad, exactitud, confiabilidad, imparcialidad, respeto por la humanidad y por la audiencia (que están plasmados en los códigos éticos), siguen siendo principios esenciales que hacen del contenido algo creíble y útil para la sociedad.
Siendo compromiso de un comunicador en primer lugar ofrecer a la sociedad informaciones verídicas,  para ello, debe comenzar contrastando bien las fuentes. Muchas veces se cometen errores, manipulaciones e interpretaciones que los distintos medios de comunicación pueden llevar a cabo e incluso por parte de algunos periodistas en su labor de informar. Por lo tanto, cada periodista siendo responsable de las informaciones que ofrece,  debe generar confianza diciendo siempre la verdad.  Para ello se tienen los códigos de ética que de diversas formas intentan  autorregular el ejercicio de la información. En este sentido,  Hugo Aznar, define la autorregulación como el conjunto de iniciativas, acuerdos, organismos, instrumentos y mecanismos relacionados con la actividad de los medios y orientados a garantizar que su actuación se ajuste a los valores y normas éticas que se consideran deseables”[4]. Estas normas específicas de la profesión que regulan la conciencia profesional de un comunicador, están basadas en dos principios básicos: la responsabilidad social y la veracidad informativa. Además, exigen del profesional un continuo reciclaje y crecimiento profesional. Es necesario entonces, que el comunicador no solo sienta la necesidad moral de realizar el trabajo de acuerdo a unos requisitos de honestidad intelectual, sino también que se dedique a cultivar e interiorizar durante el ejercicio de su profesión estos principios éticos propios de su actividad.
En la actualidad existen casos concretos donde la información se encuentra prisionera por las amenazas de diversos grupos ideológicos que pretenden acallar las voces de quienes investigan e informan la verdad. Se acalla la voz de los comunicadores y periodistas  bien sea con amenazas o con el cumplimiento de las mismas. También se quiere suprimir la voz mediante la promulgación de leyes y normas que censuran el periodismo libre y crítico. Estos hechos frecuentes, al menos en este país, hacen que muchos profesionales tengan que abandonar no solo su rectitud de intención, sino también su vocación y entusiasmo por lo que hacen.
Los códigos éticos también están amenazados y vulnerados principalmente desde los mismos periodistas cuando estos no propenden por la verdad como objetivo fundamental de la información periodística. A veces el criterio de  verdad se vulnera cuando por ejemplo se omiten datos esenciales de un hecho, cuando se deforma o tergiversa el material informativo. Es lamentable constatar, además, que desde la comunicación también muchos personajes se ofrecen para adoctrinar, manipular y, en definitiva, engañar antes que transmitir con el máximo rigor la verdad de las situaciones y realidades. Lo anterior sin mencionar, lo que es muy común en los últimos tiempos: el silencio a veces cómplice que surge  cuando se trata de tocar, afrontar y profundizar en temas de carácter ético, religioso o científico, que exigen, quizá un carácter de rigurosidad más profundo.
Es deber de los comunicadores estar sensibilizados para conocer, valorar e interiorizar los códigos o principios éticos que deben acompañar su quehacer laboral y profesional. Si todos los estudiantes y comunicadores están en una permanente búsqueda de la verdad, entonces también estarán comprometidos con hacer aportes válidos para que se pongan en práctica los códigos éticos y se pueda ayudar a construir el tejido social.


[1]Diccionario de la Real Academia Española.(ética profesional) [Online]. (citado 20 de mayo de 2013). http://www.rae.es/rae.html
 
[2] PABLO II, Juan. Discurso del santo padre juan pablo II con motivo del jubileo de los periodistas. En: La Santa Sede. [citado mayo 21 de 2013]. Disponible En: http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/speeches/documents/hf_jp-ii_spe_20000604_journalists_sp.html
[3] MARQUEZ, García Gabriel(citado por AZNAR, Hugo) [Online]. (citadp 20 de mayo 2013).disponible  En: http://es.wikipedia.org/wiki/Deontolog%C3%ADa_profesional_period%C3%ADstica
 
[4] AZNAR.Hugo.Los códigos éticos del periodismo y la responsabilidad de los profesionales. En: Razón y palabra. [Online].(20  de mayo 2013). Disponible en: http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n40/haznar.html
 

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